La compañía Intel, fabricante de chips para sistemas de cómputo a toda escala, ha anunciado que su Director Ejecutivo dejará su cargo en mayo próximo. Por ahora no se sabe quién ocupará el puesto que quedará abierto, decisión que recaerá en la Junta Directiva que estará buscando un nuevo líder para llevar a la firma en la dirección correcta, sobre todo ahora que ha ingresado al mercado de dispositivos móviles con sus nuevos chips.
Paul Otellini ha estado en Intel por casi cuarenta años, de los cuales ocupó ocho en desempeñar su papel como CEO. Como es de esperar, él ha expresado sus pensamientos en torno a la partida de la empresa, diciendo que ha estado “privilegiado de liderar una de las empresas más grandiosas del mundo,” y que “es tiempo de avanzar y transferir el timón a una nueva generación de liderazgo”.
Entre las declaraciones de los directivos de Intel, destaca la afirmación de Andy Bryant, quien declaró que Otellini fue un líder muy fuerte, y que él es sólo el quinto Director Ejecutivo de la marca en 45 años de existencia, por lo que ha visto muchos de los cambios y transiciones en todo aspecto abarcable por Intel.
En el comunicado de prensa, además de hacer un sumario numérico del estado actual de la compañía, Intel menciona avances en la industria tales como “Reinventar la PC con los dispositivos Ultrabook”, o “Entregar los primeros teléfonos inteligentes y tabletas a la venta con Intel en su interior”.
Lo último es en realidad lo que más nos llama la atención, ya que si bien las ultrabook están haciendo un buen papel y han sido acogidos por el público de manera aceptable, los gadgets más portátiles como smarpthones y tabletas están aún en etapa de desarrollo, y los que ya se han puesto a la venta, podríamos contarlos con los dedos de una mano.
Aparte de la disponibilidad limitada por extender, Intel tiene el reto de saber posicionar sus procesadores en esos aparatos de forma tal que el usuario en realidad prefiera comprar uno de éstos con tecnología de la firma en lugar de la de otras empresas, como Qualcomm o Nvidia.
Si tomamos en cuenta que al usuario promedio en realidad no suele importarle qué procesador usa su teléfono o tableta, la tarea será exhaustiva para alcanzar el mismo resultado que con las computadoras estándar, donde a muchas personas sí les interesa saber que su dispositivo está corriendo con el soporte de Intel, cualquiera que sea el significado de ello.
La respuesta a ese planteamiento en realidad sería que Intel logre ganar la batalla a otras marcas similares de forma tal que fabricantes y consumidores opten por ocupar los productos de este gigante de los chips, que debe estar sediento de mucho más.
Referencia: Intel, Business Wire