La nave Messenger parece que ha logrado probar que hay agua (en forma de hielo) en la superficie del planeta más pequeño del sistema solar y además, el más cercano al sol, Mercurio. Hay tres grupos independientes que apoyan la evidencia a partir de los datos enviados por los sensores de la nave espacial.

El Messenger tiene un espectrómetro de neutrones, que detecta neutrones de baja energía que chocan con materia rica en hidrógeno a 40 cms de la superficie de Mercurio. Las lecturas del espectrómetro apuntan a un exceso de hidrógeno en alguna forma en el polo norte del planeta. “Los datos indican que el polo de Mercurio contiene -en promedio- una capa rica en hidrógeno de más de 10 centímetros de grosor bajo una capa superficial de 10 a 20 centímetros de grosor que es menos rica en hidrógeno”, escribió el científico David Larrence del Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory. “La capa enterrada tiene contenido de hidrógeno consistente con mediciones que nos hacen cncluir que se trata de agua pura en forma de hielo.

El altímetro laser ha grabado “anomalías en la reflectancia”, concentrada en pendietes frente a los polos del plantea, con depósitos oscuros y brillantes. “La correlación de la reflectancia observada con temperaturas modeladas indica que las regiones brillantes (ópticamente) son consistente con agua en forma de hielo en la superficie”, escribió Gregory Neumann, del NASA Goddard Flight Center, mientras que las zonas negras refuerzan la idea de que el hielo está enterrado en una capa de algún material en algunas regiones.

Finalmente, hay simulaciones de temperaturas en la superficie de Mercurio y cerca de la misma, basándose en el altímetro laser del Messenger. Estos modelos refuerzan la conclusión dada por los datos del aparato, en donde se han detectado regiones claras que coinciden con la distribución de hielo predicha por los modelos térmicos.

Ambos, David Paige, de la Universida de California, quien liderea el modelo del estudio térmico y Neumann, creen que el material oscuro detectado podría haber sido llevado por algún cometa o por asteroides que incluso podrían haber tenido agua. Paige escribe que el material oscuro bien podría incluir compuestos orgánicos complejos.

A pesar de la cercanía con el Sol, la posibilidad de hielo en Mercurio se ha especulado mucho. Debido a que Mercurio rota en un eje que es menor a un grado, se han localizado “bolsillos” de material en donde la luz del sol nunca penetra. Los investigadores de este tema, están convencidos que en más de 20 años “el jurado” ha deliberado si hay o no agua en forma de hielo en las regiones sombreadas de los polos. Ahora el Messenger parece dar un veredicto afirmativo.

Referencias:

 Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory