En una reunión con el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, el CEO de OpenAI, Sam Altman, anunció la posible apertura de una oficina en ese país. Esta noticia marca un paso importante para la presencia de la empresa en Asia y sugiere un creciente interés por la tecnología de Inteligencia Artificial generativa en el país.

Sin embargo, el secretario jefe del gabinete en Japón, Hirokazu Matsuno, señaló que para que ChatGPT pueda ser utilizado en las labores burocráticas del gobierno, se deben resolver problemas de privacidad y ciberseguridad que pueden surgir con el uso de la IA generativa. El gobierno japonés ha tomado una postura abierta hacia el uso de la IA generativa en procesos educativos, aunque solo si se tienen en cuenta las restricciones de edad y los derechos de autor.

El Ministerio de Educación de Japón ha informado que planea elaborar directrices para implementar la enseñanza a través de herramientas como ChatGPT. Los funcionarios de educación japoneses ven el uso de estas herramientas como una forma de ayudar a los estudiantes a mejorar su cultura digital y el manejo de la tecnología de acuerdo con sus etapas de crecimiento.

Mientras que en otras naciones el uso de la tecnología IA generativa ha sido prohibido por temor a la desinformación y la interferencia en los procesos de aprendizaje, en Japón la postura es aprender a utilizarla con precaución y teniendo en cuenta las restricciones aplicables. Con la apertura de una oficina en Japón, OpenAI podría contribuir significativamente al desarrollo de esta tecnología en el país.