A menos de dos meses de que Tesla anunciara su intención de recibir bitcoin como forma de pago, la compañía se echó para atrás. Un tuit de Elon Musk dio a conocer que el minado implica un proceso que requiere grandes cantidades de energía y, por consecuencia, un impacto medioambiental desmedido.

En tiempos en los que la humanidad se enfrenta a una crisis climática inminente, Musk señala que las criptomonedas son “una buena idea en muchos niveles y creemos que tienen un futuro prometedor, pero esto no puede implicar un gran costo para el medio ambiente”.

Y, ¿cuál es exactamente ese costo?

De acuerdo con un estudio publicado en Nature Communications a principios de abril, las emisiones de carbono por el minado de bitcoin en China alcanzarían un pico máximo en 2024, con 130 millones de toneladas métricas de carbono. Esto excede las emisiones de gases de efecto invernadero de países enteros, como Italia o República Checa.

De la misma forma, el consumo total de energía relacionado con la criptomoneda es ahora mayor que el de países enteros, como muestra esta gráfica de Digiconomist. Actualmente, si bitcoin fuera un país, ocuparía el sitio 34 en el ranking: justo debajo de Holanda y por encima de Kazajstán.

Y, específicamente sobre Tesla, estimaciones del Bank of America apuntan que las inversiones de la compañía de 1,500 millones en bitcoin equivalen a la huella de carbono de 1.8 millones de automóviles en un año. Let that sink in.

¿Preocupación por el medio ambiente?

La columnista Linette Lopez de Business Insider señala que este repentino cambio en la relación entre Tesla y la criptomoneda podría no deberse a que, de un día para otro, Elon Musk descubrió el impacto medioambiental del bitcoin. Es muy probable que el CEO ya lo conociera.

La decisión podría deberse, más bien, a que las ganancias en bitcoin no cuentan como tales, sino como activos intangibles. El bitcoin podría ser ganancia para la compañía al ser convertido a dinero en efectivo, pues la criptomoneda no cuenta como dinero “real”.

El bitcoin, simplemente, no era negocio para Tesla. ¡Ah! Y además contamina mucho.