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En internet no son tan alternativos como dicen

Hace unos días, YouTube anunció que, debido a que el videoclip “Gangnam Style” rebasó el límite récord de visitas, tuvo que ajustar su contador a...

Gangnam Style

Hace unos días, YouTube anunció que, debido a que el videoclip “Gangnam Style” rebasó el límite récord de visitas, tuvo que ajustar su contador a 19 dígitos, para ser exactos, a más de nueve trillones.

Tras su lanzamiento en 2012, la canción del cantante surcoreano Psy es la más reproducida en la historia del sitio de videos más visitado del mundo, o lo que es lo mismo, prácticamente no ha pasado de moda desde entonces.

Si el mundo terminara hoy y llegaran a la Tierra unos extraterrestres para saber qué le gustaba más a los habitantes del este planeta, encontrarían que gran parte de los terrícolas amaban el “Gangnam Style”.

“En gustos se rompen géneros”, pero si se analiza detenidamente este producto, podemos ver que la canción no es una gran pieza artística, el video no es precisamente una obra maestra y el personaje que la interpreta es más bien une especie de antihéroe. Surrealista por dondequiera que se vea, pues (pero muy exitoso).

Lo más visto de YouTube no es una ópera, un gran espectáculo de rock o un cortometraje de avanzada (ya no digamos una pintura renacentista o un debate sobre los tecnócratas o los derechos de los niños), sino una canción repetitiva, simple y hasta ridícula… y es por eso que tanta gente en el mundo la ama.

Mucha de la gente que está en internet se dice “alternativa” y muy original, pero estas cifras (dicen que los números nunca mienten) demuestran que la mayoría de las personas, incluyendo estas que se dicen “pro”, hacen lo que Café Tacvba critica en su canción “El Borrego”: “Pero en mi casa sí le meto al tropical”.

En internet están presentes prácticamente todas las creaciones de la humanidad, como la música, pero la gente se sigue sintiendo atraída por lo más simple o lo que no sería considerado como “una gran creación” en otros círculos.

En México, de acuerdo con Spotify, que cuenta con uno de los catálogos musicales gratuitos más grandes y diversos del mundo, se reporta que los artistas más escuchados por los usuarios mexicanos son la Banda Sinaloense MS de Sergio Lizárraga, Enrique Iglesias, La Arrolladora Banda El Limón de Rene Camacho y Julión Álvarez y Su Norteño Banda.

Insisto, “en gustos se rompen géneros”, pero los resultados de esta lista no concuerdan con el discurso que se puede leer, por ejemplo, en las redes sociales, cuyos usuarios, a su vez, son los principales consumidores de servicios como Spotify.

Así, los miles de usuarios que opinan y dicen admirar a las bandas del Corona Capital o que se quejaban de que U2 amaneció un día en su iTunes parecen ser una importante minoría, a pesar del ruido que hicieron en redes sociales.

Otro ejemplo puede ser el que se vivió en el País el fin de semana pasado, cuando se confirmó la muerte del comediante Chespirito, tema que de inmediato se convirtió en Trending Topic, incluso por encima de otros que llevaban semanas, como el de la casa de Enrique Peña Nieto o el de los estudiantes de Ayotzinapa.

Eso sí, entre muchos de los tuiteros que tocaron el tema, se podían leer opiniones de desaprobación de la obra del creador del Chapulín Colorado, los cuales contrastan con los altos ratings que alcanzó ese programa durante varios años dentro y fuera de México y que hoy es toda una franquicia con diversos productos, entre los que se encuentran videojuegos y programas de animación.

Contrario a lo que por años se criticó de la TV, internet permite a los usuarios seleccionar lo que quieren ver, lo cual, en el fondo, sigue siendo muy parecido a lo que, supuestamente, los medios le “imponían” al público.

Es decir, a pesar de que en las redes sociales parece que hay millones de personas que quieren cambiar el mundo, lo cierto es que “en sus casas le siguen metiendo al tropical”. Así de simple.

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