La NASA ha seleccionado la siguiente misión en su programa «New Frontiers» (Nuevas Fronteras): un dron que volará en la luna de Saturno, Titán, en el 2034. Dragonfly (libélula), será una nave con 8 rotores que podrá investigar la extraña geología de la luna. Una nave anterior descubrió ríos de metano líquido fluyendo en la superficie. Se buscará, desde luego, vida extraterrestre.

La idea de Dragonfly es lanzar en el 2026 una nave que pase por Venus y que haga dos vueltas cercanas a la Tierra para así alcanzar la velocidad necesaria para llegar a Saturno, con el impulso gravitacional.

Se planea que Dragonfly llegue al cráter Selk, justo al norte del ecuador de Titán. Una vez dentro de la densa atmósfera de la luna de Saturno, Dragonfly se irá colocando hacia su destino final, en horas, cuando los paracaídas lleguen a estar a 1 km. de la superficie. Entonces la nave los desechará y volará hacia un sitio adecuado para aterrizar.

Hay que decir que las señales de radio de Saturno a la Tierra toman alrededor de una hora en viajar, por lo que Dragonfly tendrá que funcionar de forma autónoma. Los oficiales de la NASA están confiados en que esto puede lograrse debido a los notables avances en los vuelos autónomos y la detección de posibles dificultades en los vuelos de los drones terrestres, en años recientes.

Por otra parte, la misión Cassini dio mucha información y experiencia sobre lo que hay que hacer, considerando que estuvo orbitando Saturno desde el 2004 hasta el 2017 y además, hicieron aterrizar una nave en Titán, logrando el récord al aterrizaje más lejano que haya tenido lugar en la historia de la humanidad.

El dron tendrá 8 rotores en cuatro pares, y será diseñado para que pueda seguir volando aún cuando falle un rotor. Cada uno de los rotores tendrá un metro de largo.

Debido a que la atmósfera de Titán es muy densa (cuatro veces la atmósfera de la Tierra), así como menor gravedad, tomará alrededor de apenas la 40ava parte de la energía que se necesita en la Tierra, aunque hay que considerar que las condiciones de Titán son poco hospitalarias: meno 180 grados centígrados, es decir, muy pero muy frío.

El lugar inicial para aterrizar debe ser elegido cuidadosamente. La región del cráter Selk será la línea directa de visión desde la Tierra, de manera que Dragonfly podrá comunicarse con la red de Antenas del Espacio Profundo en California, España y Australia, sin necesidad de un satélite intermedio.

Esto hará que la misión sea más simple y más barata. Dragonfly tendrá antenas plegables para transmitir imágenes y datos después de que llegue a las dunas de arena en Titán, que son descritas como los jardines Zen más grandes en el sistema solar, de acuerdo con Zibi Turtle, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins.

Es importante entender que la energía solar no es una opción en Titán debido a la lejanía del Sol con dicha luna y la pesada atmósfera. Por lo que Dragonfly tendrá que usar el calor del decaimiento radioactivo de 4 kgs de Plutonio para crear electricidad. Curiosamente esto no será suficiente para darle energía a los 8 rotores, por lo que el generador deberá cargar la batería que le dará la potencia a los motores del dron.

Titan frente a Saturno

El plan inicial es hacer una docena de vuelos en la misión, en alrededor de 2 a 2.5 años. Dragonfly podrá cubrir distancias cortas, pero estos vuelos exploratorios podrán dar un patrón de dónde hay lugares seguros para aterrizar.

Dragonfly llevará un sismógrafo que podrá sentir los movimientos de la luna y determinar qué tan grueso es el cascarón sobre los océanos de líquido de Titán. Tendrá instrumentos meteorológicos y cámaras.

Casini halló, por ejemplo, alguna evidencia de la existencia de «crio-volcanes«, montañas de hielo que escupen una mezcla de agua, metano y amoniaco en la atmósfera. Dragonfly tratará de mostrar si efectivamente estas erupciones ocurren.

Dragonfly en la superficie de Titán

Por otra parte, se buscará vida en Titán. Dragonfly llevará instrumentos para ello. Uno de ellos soltará pequeños pulsos de neutrones en la superficie de Titán para tratar de medido cuanto carbón, nitrógeno, hidrógeno y oxígeno existe. Igualmente, este generador de pulsos tomará la radiación y la medirá con dos espectrómetros.

Si ellos hallan algo interesante, entonces dos taladros a bordo harán el trabajo. Habrá una especie de aspiradora que succionará los cortes que se hagan con los taladores y se examinarán con mucho cuidado, buscando purinas y pirimidinas, las bases del ADN y de los aminoácidos.

De acuerdo a Turtle:

“Titán es muy parecido a la Tierra, aunque los materiales en él sean muy diferentes». Habrá que ver de verdad qué tan parecido es a la Tierra.