Moxie es el nombre coloquial que la NASA usa para llamar al Experimento de Utilización de Recursos in situ de Oxígeno en Marte. Se trata de un cubo amarillo colocado en el rover Perseverance, que por primera vez, logró generar oxígeno en la atmósfera marciana, según informó la NASA en un comunicado del 21 de abril.

Desde la llegada del Perseverance a la superficie del Planeta Rojo se ha desatado un rosario de primeras veces para la humanidad, y esta semana en particular se suma el primer vuelo de una aeronave en la atmósfera de otro planeta, hasta la generación de oxígeno en una atmósfera hostil- la cual está compuesta en un 96% por dióxido de carbono- lo que representa un primer paso sólido para pensar en la posible futura generación de un ambiente que permita sustentar la vida de astronautas en Marte.

Moxie es una caja del tamaño de una batería de coche que tiene una masa de 17 kilos —que en Marte se convierten en casi seis kilos y medio—, y que está colocada dentro del rover Perseverance.

En la primera prueba realizada, Moxie pudo extraer unos cinco gramos de oxígeno, lo que podrían ser unos 10 minutos de respiración para una persona promedio. 

El robot tiene la capacidad de generar hasta 10 gramos de oxígeno por hora, lo que es poco, pero Moxie es solo un prototipo de prueba y la NASA prevé que los futuros generadores de oxígeno para sustentar misiones humanas en Marte deberían unas 100 veces más grandes.

(gif: NASA)

«Este es un primer paso fundamental para convertir el dióxido de carbono en oxígeno en Marte«, explicó Jim Reuter, miembro de la Dirección de Misión de Tecnología Espacial de la NASA (STMD, por sus siglas en inglés). 

Moxie tiene más trabajo por hacer, pero los resultados de esta demostración de tecnología están llenos de promesas a medida que avanzamos hacia nuestro objetivo de ver algún día humanos en Marte”, agregó.  

Según Reuter, el oxígeno no es solo para ser respirado, sino que además el propulsor del cohete necesita oxígeno para quemar las entre 30 a 45 toneladas métricas de combustible —el peso de un transbordador espacial— que se utilizan para el despegue, de manera que una futura misión humana en Marte dependería de ese oxígeno también para emprender el viaje de regreso a la Tierra.

Respirar en otro planeta

El objetivo a largo plazo es que en Marte se genere más de tres cuartas partes del oxígeno necesario para que los humanos puedan explorar el Planeta Rojo. Según los cálculos de la NASA, un cohete para sacar a cuatro astronautas de la superficie marciana requeriría unas 7 toneladas métricas de combustible y hasta 25 toneladas métricas de oxígeno para poder quemar este combustible. Por su parte, los astronautas en Marte necesitan mucho menos oxígeno para vivir y trabajar, usando alrededor de una tonelada métrica de oxígeno entre todos.

El trabajo de Moxie es similar a lo que haría un árbol, en el sentido de que absorbe el dióxido de carbono de la atmósfera marciana y lo convierte en oxígeno. Mientras que el gas de la atmósfera del Planeta Rojo está conformado por un 96% de dióxido de carbono, el oxígeno constituye apenas el 0.13%, mientras que en la Tierra, 21% de la atmósfera es oxígeno.

«Moxie no es sólo el primer instrumento en producir oxígeno en otro mundo», explicó Trudy Kortes, directora de Demostraciones de Tecnología en STMD, sino que es la primera tecnología que ayudará a futuras misiones a vivir usando elementos del entorno de otro mundo, es decir, la utilización de recursos in situ. Una nueva primera vez para la humanidad en el planeta vecino.