Para Tesla, 2019 fue un año marcado por anuncios importantes, pero también por situaciones que pusieron el reflector en la armadora y no precisamente por las mejores razones.

Entre tales situaciones están las fallas de algunos modelos de la marca, y que fueron desde incendios espontáneos, hasta un robo en el que solo se necesitaron cables para abrir y echar a andar el auto.

Ahora, la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) ha abierto una investigación en forma, luego de que se acumularan 127 quejas de usuarios de Tesla que versaron sobre una misma problemática.

De acuerdo con un reporte de CNBC, el problema es que los Tesla están acelerando sin que se haga presión en el pedal respectivo, lo que atrajo la atención de la agencia, pues su objeto es salvar vidas, prevenir lesiones y reducir los accidentes derivados de tránsito vehicular.

Estas aceleraciones inintencionadas se relacionan con Model S, X y 3 fabricados entre 2013 y 2019, y los incidentes reportados involucran 123 vehículos diferentes y 52 lesiones que resultaron de un gran total de 110 choques.

La investigación se autorizó luego de que un inversionista llamado Brian Sparks la hiciera del conocimiento de la agencia, tras enterarse del caso de Jennifer Terry, quien en el verano de 2019 estaba conduciendo su Model 3 cuando de pronto el vehículo aceleró por sí solo.

Cuando la mujer se puso en contacto con Tesla para contar la situación y solicitar una cita lo más pronto posible, la única respuesta que recibió es que esa cita tendría lugar semanas después.

Luego de una semana, se le presentó otro incidente de aceleración inintencionada, pero el saldo fue de un choque y dos personas heridas.

Después de que la NHTSA evalúe las quejas, en caso de estimarlo necesario, la agencia podrá ordenar cambios en los vehículos.