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¿Qué es la Red Pública Compartida en México?

Llevamos meses escuchando en las noticias acerca de la Red Pública Compartida (RPC). Que si es un proyecto único en el mundo, que si es...

Llevamos meses escuchando en las noticias acerca de la Red Pública Compartida (RPC). Que si es un proyecto único en el mundo, que si es modelo viable su desarrollo, que se ha atrasado el proceso una y otra vez, que si fue válido descalificar a uno de los concursantes, entre otros decires.

Pero para el común de los mortales ¿sabemos realmente de qué trata el proyecto de la RPC? ¿qué tipo de servicios va a ofrecer y si nos va a beneficiar como consumidores finales?
La red compartida es una asociación público-privada que surge de la reforma a las Leyes de Telecomunicaciones y Radiodifusión y pretende llevar servicios de banda ancha móvil, específicamente de nueva generación (LTE), a lugares donde el mercado generalmente no llega.

Se dice que es una asociación público-privada puesto que el gobierno va a poner como insumos el espectro radioeléctrico de la banda de 700 MHz y dos hilos de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad mientras que un ente privado pondrá el resto de la infraestructura necesaria para poder ofrecer servicios de banda ancha al mayoreo.

Infraestructura que pone el gobierno

La Comisión Federal de Electricidad tiene instalados varios hilos de fibra óptica para la comunicación interna de la misma entidad, sin embargo, es tal el tamaño de su infraestructura que solamente utiliza efectivamente algunos de esos hilos. El resto no los tienen iluminados, es decir, los tienen en desuso. Es a partir de este exceso de capacidad que la RPC operará en un par de esos hilos.

Por otro lado, uno de los principales objetivos de la transición hacia la televisión digital terrestre (TDT), además de tener una mejor calidad del servicio de TV abierta, fue liberar la banda de los 700 megahertz del espectro radioeléctrico, la cual, de acuerdo a la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), sirve para proveer el servicio de banda ancha móvil.

El ganador de la licitación

La semana pasada se definió que el consorcio Altan fue el ganador de la licitación de la RPC y por tanto, serán los encargados de hacer el despliegue de la infraestructura faltante para que junto con el espectro de la banda de 700 MHz y los hilos de fibra óptica de la CFE se pueda poner en marcha esa red.

La infraestructura faltante son torres para poner las antenas, nodos y demás infraestructura para poder ofrecer servicios al mayoreo. Dicha infraestructura tendrá un costo aproximado de 18 mil 500 millones de pesos y deberá tener una cobertura poblacional del 92% para el año 2022.

Dudas sobre la viabilidad de la Red Compartida

Cuando se menciona que la RPC es un proyecto pionero en el mundo y que pretende llevar servicios de banda ancha móvil a todo el país para tratar de reducir la brecha digital suena deseable y por demás necesario en nuestro país, donde poco menor de la mayoría aún no se considera usuaria de Internet. No obstante, la industria, academia y analistas en general se han cuestionado una y otra vez la viabilidad de la RPC en varias dimensiones, estas son:

  • Es un modelo único en el mundo. Solamente un par de países en África han hecho algo similar y lo han hecho de la mano de un operador tradicional. Lo anterior pone en tela de juicio la viabilidad del proyecto, puesto que el resto del planeta Tierra ha optado por licitar la banda de 700 MHz a operadores móviles tradicionales (como AT&T, América Móvil, Telefónica) quienes cuentan con la experiencia técnica, infraestructura necesaria y capacidad financiera y tecnológica para poner en operación servicios de banda ancha de nueva generación de manera oportuna.
  • Modelo de negocio poco viable. En teoría, el modelo de operación de la RPC consistiría en la oferta de servicios de banda ancha móvil en zonas urbanas que permita contar con un excedente de ingresos para financiar el despliegue de infraestructura en zonas rurales o remotas donde generalmente el mercado por sí solo no encuentra incentivos para ofrecerlos. El problema es que la cobertura y penetración de banda ancha móvil en zonas urbanas es alta, bajo la oferta actual de los operadores móviles, lo cual podría dificultar un modelo de negocio viable para la generación de ingresos suficientes para llevar el servicio a las zonas objetivo.
  • Suficiente espectro por parte de los operadores tradicionales. Los operadores no han demostrado interés en la RPC puesto que recientemente (a inicios del año en curso) se hicieron licitaciones de espectro y ya cuentan con capacidad suficiente para ofrecer banda ancha móvil en el país. Adicionalmente, para el próximo año está planeada otra licitación de espectro (banda de 2.5 GHz) lo cual dejaría aún más holgados a los operadores y con incentivos nulos a entrar a un proyecto y menos cuando el gobierno es partícipe del mismo.
  • Posibles clientes de la RPC. Si los operadores tradicionales no van a entrar, entonces ¿quiénes podrían hacer uso de la RPC? Se ha mencionado que los Operadores Móviles Virtuales y compañías que ofrecen servicios fijos (telefonía e Internet) podrían ser los interesados en hacer uso de la RPC. Sin embargo, el volumen de tráfico generado por sus usuarios en ambos casos es demasiado pequeño como para justificar la inversión tan grande y el uso de un recurso escaso y valioso como lo es la banda de 700 Mhz.

Todo lo anterior, son principales cuestionamientos que se le hacen a la RPC. Podría darse el caso que todos aquellos críticos del proyecto estuvieron siempre equivocados y que por primera vez se descubra el hilo negro para proveer efectivamente servicios de telecomunicaciones para toda la población, resultando así, en un rotundo éxito de la Red Compartida.

Ojalá este sea el escenario, pues de lo contrario nos estaríamos atrasando una vez más en el desarrollo y adopción tecnológica, por ejemplo, en el Internet de las Cosas.

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