Si consideramos que la industria del videojuego hace más dinero que la del cine y la de la música juntas -incluso desde antes de que la pandemia nos obligara a distanciarnos socialmente-, es natural pensar en los salarios que se perciben trabajando en ella.
Constantemente escuchamos del crunch time -las jornadas laborales que se instauran cuando un juego aún no es terminado y su fecha de lanzamiento está cerca-, y nos preguntamos si valdrá la pena el salario por un tiempo de descanso prácticamente nulo.
¿Y qué hay de los ejecutivos de las compañías dedicadas a los videojuegos? ¿Reflejan las ganancias estratosféricas que hay en la industria?
Para dar un poco de claridad al tema, en su reporte financiero Nintendo reveló cuánto ganan al año tres de sus más altos ejecutivos: Shuntaro Furukawa, presidente de la compañía; Shigeru Miyamoto, director representativo y consultor creativo; y Shinya Takahashi, director general de Entertainment, Planning & Development.
El reporte indica que Furukawa gana al año 258 millones de yenes, que se traducen en 2,4 millones de dólares, de los cuales 730 mil corresponden al salario base, mientras que el millón 670 mil restante es por concepto de compensación.
Por lo que hace a Miyamoto, al año gana 192 millones de yenes, que se traducen en 1,8 millones de dólares, de los cuales 670 mil corresponden al salario base, mientras que el millón 130 mil restante es por concepto de compensación.
Y finalmente, Takahashi gana al año 132 millones de yenes, que se traducen en 1,24 millones de dólares, de los cuales 110 mil corresponden al salario base, mientras que el millón 130 mil restante es por concepto de compensación.
Un detalle que llama la atención es el que aporta el analista Danuel Ahmad de Niko Partners, pues los sueldos de los ejecutivos de Nintendo son mucho más bajos que los de EA y Activision, en donde sus CEOs Andrew Wilson y Bobby Kotick se llevan al año 30 millones de dólares, hasta 300 veces más que sus empleados.
