De cara al futuro, y en específico 2030, la manera de trabajar será mucho más inmersiva, conectada y digital que como la conocemos hoy en día. 

Si bien hoy, tras la pandemia de COVID-19, el home office se ha convertido en un nuevo estándar del trabajo virtual, con videollamadas y comunicación instantánea por medio de plataformas tecnológicas, en los próximos años la visión de cómo serán las jornadas laborales y las oficinas irá aún un paso más allá. 

El estudio de Ericsson, “La Oficina Desmaterializada”, plantea que en la próxima década las oficinas tendrán que ser capaces de replicar experiencias inmersivas y sensoriales para trabajar, por medio de tecnologías como la realidad virtual y aumentada; 62% de los encuestados por esta firma sueca advierte que preferirían no regresar a la oficina física sí la tecnología es capaz de replicar una experiencia que apele a sus sentidos y que la empresa les compense económicamente con el pago de servicios para tener estas herramientas en casa, como internet y otros periféricos para el trabajo virtual. 

Algunas tecnológicas como Facebook han hecho también avances en esta misma línea, con la apuesta de crear experiencias laborales a través de plataformas de colaboración como Workspace u Oculus, con realidad virtual; Zoom, el servicio de videollamadas, también se ha pronunciado sobre su idea de integrar la plataforma en un futuro en espacios más allá de la pantalla, incluso hasta en paredes táctiles. 

Comedor virtual 

Desde la perspectiva de los trabajadores, la encuesta de Ericsson reveló que 61% de los oficinistas están cómodos y dispuestos a interactuar con marcas y tiendas virtuales e incluso agregaron que les gustaría tener experiencias sensoriales que les permitan percibir olores o texturas; 56% de los encuestados dicen que incluso quisieran probar el sabor de los productos o de lo que se ofrece en el comedor de la empresa. 

En este mismo sentido “73% de los gerentes cree que para 2030 será posible que los alimentos ofrecidos en el comedor de la compañía tengan cualquier sabor que quieran. Como resultado, se optimizarían los costos y la percepción de calidad”, citó el reporte. 

Si bien estas nuevas experiencias pueden ayudar a que los trabajadores sean incluso más productivos desde donde estén, es cierto también que para algunas personas hace falta el contacto físico, pero existe voluntad para interactuar en actividades a distancia, como jugar futbol virtual. 

“55% aprovecharían las experiencias digitales para la integración de su equipo de trabajo, por ejemplo, visitando lugares de manera virtual con sus colegas, e incluso 48% estarían dispuestos a jugar futbol virtual los fines de semana con sus compañeros de trabajo”,concluye el documento.