Es prácticamente seguro que si las generaciones más jóvenes escuchan o leen el término ‘Messenger’, piensen en automático en la app de mensajería instantánea de Facebook.

Pero quienes andan surfeando la web desde finales de los 90 saben que ese término perteneció a un servicio que a legiones nos mantuvo comunicados a distancia durante buena parte de los dosmiles.

Hablamos de MSN Messenger (después renombrado Windows Live Messenger).

Fue lanzado en julio de 1999 y su popularidad opacó rápidamente a otras plataformas similares, como ICQ, de manera que una década después de su lanzamiento presumía más de 330 millones de usuarios activos cada mes.

Antes de ser renombrado en 2006, MSN Messenger contó con un total de siete versiones. La primera incluyó características básicas, como una lista de contactos simplista, pero conforme fueron llegando actualizaciones se incluyeron más detalles que reforzaron el apartado visual.

Previo a la popularidad de las redes sociales, Windows Live Messenger era ese espacio que se aprovechaba para comunicar un estado de ánimo o para expresarse a manera de blog, gracias la inclusión de un apartado en el que era posible arrojar un mensaje personal más prolongado y desarrollado.

Esas muestras de sensibilidades que no necesariamente podían calificarse como maduras fueron primero en Messenger. Estamos hablando de que todavía en 2009 era la plataforma por excelencia para comunicarse.

Pero luego llegó el auge de las redes sociales y de servicios como WhatsApp, y los usuarios de Messenger rápidamente comenzamos a olvidarnos de él.

Hubo intentos por revivir Windows Live Messenger y al menos uno de ellos involucró a Skype, pero en realidad ya nada se podía hacer. En 2013 dejó de estar activo.

Por eso nos atrevemos a decir que más de un tecnorruco quedó confundido cuando llegó la app de mensajería instantánea de Facebook, pues su nombre lo remitió a esa época en la que las conversaciones grupales se pactaban en fecha y hora (por excelencia en la noche), para que todos pudieran conectarse a través de una computadora.