BASIC fue para muchos programadores, hoy maduros, su primer lenguaje de programación. Las primeras computadoras tenían poca memoria, pocos recursos, y BASIC podía ser el «caballito de batalla» que cupiese en muy pocos bytes y que diera una serie de posibilidades para los que se entregaban al arte de la programación.

BASIC pasó por muchísimas transformaciones y quizás eso habla de las posibilidades que ofrecía originalmente y de cómo se iban incorporando nuevas ideas al lenguaje.

La placa instalada en New Hampshire Route se debe a los esfuerzos de David Brooks, un periodista del Concord Monitor, quien habiendo tomado nota de 255 marcadores históricos en las carreteras mantenidas por New Hampshire, no había uno que celebrara los méritos científicos y técnicos.

Para rectificar esto, propuso crear un placa que marcara la creación de BASIC junto con el sistema Dartmouth Time-Sharing, un importante precursor de Internet en donde se compartían ya recursos de cómputo. Sin embargo, debido al espacio de la placa, no se podían tener ambos temas en la misma.

Placa en homenaje al BASIC

«BASIC (Beginner’s All-purpose Symbolic Instruction Code), ha hecho probablemente mucho más para introducir a las personas a la programación de computadoras que cualquier otra cosa jamás creada. Y eso me incluye: el único programa funcional que escribí fue en un BASIC simple y aún recuerdo con satisfacción cuando escribí 100 END», escribió Brooks.

Pero BASIC no fue un lenguaje de juguete. Se demostró lo suficientemente robusto para sobrevivir por décadas, ayudando a lanzar través de Microsoft, a sus descendientes, que aún están en uso.

El inicio de una era

Fue en 1956 cuando dos matemáticos, John Kemeny y Thomas Kurtz, resolvieron una mejor manera de enseñar esta disciplina emergente de la computación a los alumnos.

Nacido en Hungría, Kemeny emigró a los Estados Unidos a los doce años, en 1940. Estudió matemáticas en Princeton y se doctoró a la edad de 23 años. Kurtz también recibió su doctorado por parte de Princeton en 1956 y se unió al departamento de Dartmouth el mismo año.

Kemeny y Kurtz aprendieron Share Assembly Language y pronto se dieron cuenta que esta no era la manera de enseñar programación. Se necesitaba un nuevo lenguaje y se dieron a la tarea. Su primer lenguaje: DARtmouth SIMplified COde (DARSIMCO) , era un sistema de machotes, cada uno con una serie de comandos en ensamblador.

Kedro: una nueva biblioteca para aprendizaje de máquinas

Afortunadamente, en 1957 vieron la aparición de FORTRAN que les dio el modelo para lo que debería ser un lenguaje de alto nivel. Al inicio, BASIC iba a ser un subconjunto de Fortran, pero Kemeny decidió que este subconjunto no sería suficiente.

En 1959, Dartmouth College adquirió una máquina LGP-30, con 4K en palabras de 30 bits, con un tambor magnético y un conjunto de 16 instrucciones. El problema es que correr un programa usando procesos batch y tarjetas llevaba una semana. Fue entonces cuando John McCarthy sugiriera a Kemeny y Kurtz hacer «time-sharing» y en 1964, se pudo comprar en la institución una computadora GE-255.

Incluso antes de que llegase esta máquina, Kemeny y un grupo de estudiantes estaban ya trabajando en un compilador para su lenguaje BASIC.

El primer programa escrito en BASIC se ejecutó a las 4 de la mañana, el primero de mayo de 1964. Entonces el lenguaje cobró auge poco a poco y con la explosión de las microcomputadoras, se tuvo en los años 1980s diversas versiones de BASIC. Y aunque la gente se entusiasmaba con este lenguaje, en la academia había voces en contra.

La principal de Edsger Dijkstra, uno de los pioneros de la programación estructurada, que en un brevísimo artículo dijo que «el GOTO se consideraba dañino en programación». Dijkstra comentó sin pelos en la lengua que quienes aprendían BASIC eran dañados cerebralmente de forma irrevocable y que nunca podrían reformarse y aprender un lenguaje estructurado.

Kurtz y Kemeny

La respuesta de Kemeny y Kurts fue crear lo que llamaron True BASIC, un lenguaje compilado estructurado, que aún está disponible como un producto comercial y que en su versión más reciente va en la número 6. Y hoy tenemos una placa que le rinde un merecido honor al BASIC como el primer lenguaje que hizo que muchos programadores aprendieran a generar código. Y hay quien piensa que aún el BASIC no ha escrito su historia final.