Esta semana la compañía de Mountain View anunció sus Pixel 6, los primeros teléfonos Android que llevarán un chip diseñado por Google, el Tensor SoC. Pero Google no es el primero (y seguramente tampoco será el último) que lanza procesadores diseñados in house para mejorar el rendimiento de sus teléfonos. 

La principal ventaja de diseñar un procesador es que no dependes de un tercero para uno de los componentes más importantes del smartphone, por lo que teniendo el diseño correcto se puede lograr una mejor potencia, consumo energético y rendimiento en otros aspectos, como la fotografía. 

Pixel 6 y Pixel 6 Pro: los primeros Android con un procesador 100% de Google

Tener este tipo de control también permite a las marcas sacar ventaja de sus rivales ofreciendo mayor tiempo de actualizaciones y optimizaciones de software/hardware que beneficien al usuario.

Pero diseñar un chip tampoco es cosa fácil, requiere de una buena inversión de tiempo y dinero, además de ingenieros capaces de diseñar un chip, razón por la que pocas compañías se han atrevido a hacerlo. Estas son algunas marcas que al igual que Google se sumaron o han intentado tener mayor control con el hardware que diseñan. 

Google Tensor, el SoC propio de Google para los Pixel 6

Samsung: el único que diseña y fabrica sus propios chips

A diferencia de todos los fabricantes de la lista, Samsung es el único que no solo diseña, sino que también fabrica debido a que es uno de sus principales negocios en la actualidad. De hecho, en 2019 la división de semiconductores generó más beneficios que la de smartphones, que año con año es la que más ingresos registra para la marca.

Los SoC de Samsung son conocidos como Exynos, sin embargo, la empresa ha enfrentado duras críticas en los últimos años debido a que sus procesadores se encuentran un escalón por debajo en rendimiento en comparación con los mejores Snapdragon del momento. 

A pesar de esto, los chips Exynos poco a poco comienzan a ganar popularidad en el mercado, y quizá llegue el día en el que Samsung solo utilice sus propios procesadores en sus smartphones en lugar de ofrecer algunos modelos con algún Snapdragon de la serie 800 o 700.

Apple: el mejor ejemplo de las ventajas de diseñar en casa

Si hay un fabricante que ha demostrado las ventajas de diseñar sus propios procesadores, ese es Apple, pues el poder controlar el software y las partes más importantes del hardware de sus equipos le permite hacer que ambos trabajen con tanta armonía. Por eso un iPhone puede tener la mitad de RAM y batería que un teléfono Android y ser más rápido y ofrecer una autonomía similar.

Apple solo diseña sus famosos procesadores A Bionic, los cuales también le permiten a la compañía ofrecer una mayor cantidad de años de soporte de software porque tiene total control de ambas partes de la ecuación, así que puede exprimir sus chips al máximo para que los usuarios disfruten de más de 5 años de actualizaciones de sistema operativo. 

TSMC es la compañía que fabrica los diseños de los chips de Apple.

Huawei: un gigante golpeado

Al igual que Apple, Huawei es un fabricante que en este momento tiene software y hardware, sin embargo, las restricciones impuestas por Estados Unidos en 2019 afectaron el desarrollo de sus SoC debido a que en parte utilizan tecnología patentada por empresas norteamericanas. 

Con HarmonyOS y un chip Kirin, Huawei podría controlar completamente las partes más importantes de sus smartphones y prometer (igual que Apple) más de 5 años de actualizaciones en sus dispositivos, así como hacer que sus equipos sean más rápidos y con mejor autonomía que el de otros fabricantes que utilicen Android.

Xiaomi: intentos que podrían convertirse en primeros pasos

En 2017 Xiaomi también dio sus primeros pasos como fabricante de smartphones con sus procesadores Surge. El primero de ellos, el S1, fue un chip enfocado en equipos de gama media, y desde ahí la marca no ha presentado muchos avances al respecto.

Sin embargo, este año la compañía china anunció el Surge C1, un co-procesador enfocado para sacarle más provecho a la fotografía de su próximo smartphone flexible, el Mi MIX Fold. 

Si bien Xiaomi todavía está lejos de lo que hacen Samsung, Apple o Huawei, es un inicio en un futuro en el que la marca quizá también decida apostar por crear su propio sistema operativo y tener un plan B en un mercado donde cada vez es más difícil diferenciarse.