Activa las notificaciones para estar al tanto de lo más nuevo en tecnología.

Tetris y los derechos de autor

La definición de los “Derechos de Autor” dice que son un conjunto de derechos que se le otorgan al autor o creador de un trabajo...

tetris_collar_by_tetris_gollumLa definición de los “Derechos de Autor” dice que son un conjunto de derechos que se le otorgan al autor o creador de un trabajo original, incluyendo los derechos de copiar, distribuir o adaptar un trabajo. Estos derechos pueden ser licenciados, transferidos y/o asignados. Igualmente, los derechos de autor tienen validez por una período determinado después de lo cual, se dice que el trabajo entra en el dominio público.

Todo esto viene a cuento porque la empresa que tiene los derechos del popular juego de Tetris “The Tetris Company, LCC“, ha pedido a Google  remover todos los clones de Tetris del mercado de aplicaciones de Android.  Uno de los desarrolladores del juego “FallingBlocks“, el cual tiene los mismos conceptos que se ven en Tetris, recibió una notificación de Google informándole que su juego había sido suspendido de la tienda Android debido a la violación de las políticas de desarrollo de contenidos.

El autor en cuestión pensó -dijo- que se trataba con algo que tenía que ver con el tema de los clones de Tetris, pero dejando a un lado eso, incluso teniendo el mismo concepto del juego, dicho autor piensa que esto no puede ser sujeto a los derechos de autor. “No hay referencia a Tetris en nuestro juego. Escribí a Google preguntándole la razón por la que quitaron mi aplicación y la empresa respondió rápidamente indicando que bajo las políticas de la tienda Android, dicho juego violaba los derechos de autor de los dueños del mismo“. Igualmente apelan a las leyes norteamericanas en protección de los creadores de contenidos.

Aparte de la aplicación mencionada, otros 35 clones de tetris fueron removidos. Los dueños de los derechos del juego pueden incluso tener algún tipo de patente, pero sin duda en ningún país se pueden proteger las ideas en los derechos de autor. Me explico: es posible poner bajo este resguardo la forma de un  juego, como hizo Atari con su Pacman. Así, el tipo de laberinto, las “pastillas” que se come el Pacman para zamparse a los fantasmas, el cómo se ven y se sienten los personajes del juego, la música incluso, es susceptible de tener derechos de autor, pero no el tema del juego. Dicho de otra manera, cualquiera puede crear un juego similar al Pacman, pero no podrá poner el rostro circular del popular personaje, ni los fantasmas podrán ser como los que se presentan en el juego original. La música, desde luego, tendrá que ser diferente. Pero la esencia de la idea del juego, la de un personaje que se come unos puntos en un laberinto y que también se come ciertas “vitaminas” que le dan poder, no puede ser susceptible de protegerse vía los derechos de autor. El tetris está en la misma situación.

De acuerdo al desarrollador de ese clon del Tetris, indica que ya han pasado 20 años y que por ende, los derechos de autor de dicho juego habrían terminado en el 2005. Es una pena pues, indica el quejoso, que la Tetris Company, LCC use su poder para detener a los desarrolladores para crear juegos buenos y gratuitos para los usuarios de Android. Sin recursos para entablar una batalla legal, cualquier aplicación puede dejar de existir, incluso a sabiendas que es legítima.  Los usuarios deberán entonces pagar la versión oficial, la cual probablemente no es la mejor a las disponibles gratuitamente en el mercado. Los usuarios de otros países, como Brasil en el caso de quien expone la queja, no se podría incluso jugar tetris pues no se pueden comprar las aplicaciones del “Android Market” en este país.

De hecho, una manera de matar un  buena idea es lo que está haciendo el poseedor de los derechos del tetris. Hace años Lotus patentó el look&feel de su interfaz de usuario para su hoja de cálculo 123. Para quien quisiese usar esta manera de desplegar los menúes, estaba obligado a pagarle a Lotus. ¿Resultado? La interfaz se murió. Nadie la usa. Ahí está la moraleja de esta historia.

Fuente: Slashdot

Comentarios