Toshiba ha fabricado un nuevo sensor CMOS con el que pretende ayudar a que los teléfonos móviles tengan la capacidad de capturar imágenes de hasta 8 megapíxeles sin tener que aumentar el grosor del dispositivo; además de eso, la tecnología tiene un proceso de iluminación trasera (BSI) que le ayuda a aprovechar mejor la luz del entorno en las fotografías.

“Mientras los smartphones se vuelven más pequeños y los sensores de imagen continúan ofreciendo mayores resoluciones (…) el reto aquí es el de tener menores píxeles, donde la miniaturización puede resultar en una caída del desempeño. BSI supera esto y brinda un nuevo nivel de respuesta a las imágenes CMOS,” dice Toshiba en un comunicado de prensa.

“Los sensores BSI despliegan lentes en la parte trasera del sensor, en el sustrato de silicio, no en el frente, donde los cables limitan la absorción de luz. Este posicionamiento incrementa la sensibilidad de luz y absorción, y permite la formación de píxeles de imagen más finos en sensores CMOS más pequeños, haciéndolo más apropiado para aplicaciones de captura de video también,” continúa el comunicado.

Con esto, podríamos tener en un futuro cercano dispositivos móviles con la actual capacidad de captura (en promedio de 5 a 8 megapíxeles) pero con una calidad más elevada, además de que el tamaño de éstos podría  verse reducido.

La empresa está probando este sensor actualmente, pero planea que entre a producción masiva más adelante este mismo año. Esperaremos a ver los resultados.