Hoy que celebramos el día del internet, y por ello bien vale la pena recordar algunos de los navegadores que han marcado la historia de este bonito camino lleno de aventuras, éxitos y fracasos.

Si bien en la actualidad el mandamás de los navegadores es Google Chrome, lidera el mercado global debido a la penetración superior al 64 por ciento, según datos de StatCounter.

Le sigue Safari, el navegador de Apple que tiene poquito más del 19 por ciento.

Microsoft Edge lo logra, supera a Safari y ahora es el segundo navegador de escritorio más popular

Pero, hay que remontarnos al principio, cuando todo inició y pocos sabían qué eran y para qué funcionaban los navegadores.

Navegadores a lo largo de la historia.

Todo comenzó un día de 1989 cuando Tim Berners-Lee creó la World Wide Web en el CERN. Un año más tarde llegaría el primer navegador de la historia, el cual en un alarde de ingenio se llamó exactamente igual y posteriormente, debido a la confusión cambió a Nexus.

Sin embargo, este navegador no duró mucho ya que para 1994 fue descontinuado.

Line Mode Browser.

No podemos dejar de lado a Line Mode Browser, y no solamente por ser el segundo navegador de la historia, sino porque fue el primero en ser compatible con varios sistemas operativos.

Parte de su atractivo radicaba en que se operaba con líneas de comandos, por lo que se podría portar fácilmente a otros sistemas operativos y terminales.

Mosaic.

Apareció en 1993 y dominó el mercado, es incluso considerado el primer navegador masivo.

Y es que gracias a la integración de multimedia como texto y gráficos; pero, como todo lo que tiene un principio, tiene un final, apenas dos años después (1995) perdió mucho mercado por la llegada del siguiente en la lista.

Nestcape.

Este navegador se convirtió en el navegador que marcó la década de los 90, esto debido a que mejoró la velocidad y visualización de las páginas web. Pero para 2003 ya casi no se utilizaba; el motivo fue la falta de innovación tecnológica en un mercado que suma competidores por racimos, y que por ende, se desarrolla con una velocidad de vértigo.

Lynx.

Este navegador sí o sí tiene que aparecer en la lista, tan sencillo porque a pesar de todos y de todo, sigue vigente.

Sí, aunque usted no lo crea, todavía se puede utilizar en versiones Unix y Linux, quizás la necesidad de dejar atrás las líneas de comando sea su secreto por el que todavía tenga su comunidad.

Para navegar por Lynx hay que resaltar los enlaces uno a uno pasando las teclas del cursor por ellos o pulsar un número del teclado si los enlaces están numerados.

No muestra adrede imágenes o videos porque es un navegador sin interfaz gráfica, pero sí se puede ejecutar apps externas para mostrar este tipo de contenido.

Internet Explorer.

Recuerdas a Mosaic, pues se trata el precursor de Internet Explorer que está próximo a descansar en paz; de hecho era una versión modificada de este navegador y adaptada a Windows.

Sin embargo, su reinado llegó a partir de la tercera versión, cuando en 1996 ofreció soporte para los correos electrónicos, apps multimedia y más funciones.

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