El metaverso fue uno de los conceptos que más llamó la atención durante 2021 y que, probablemente, protagonizará el siguiente proceso evolutivo de la sociedad digital en la década que recién inicia.

El metaverso permite a los seres humanos superar las limitaciones físicas así como temporales del universo real para adentrarse en nuevos e infinitos universos a través de avatares o proyecciones virtuales de las personas.

Sin embargo, el concepto de metaverso no es algo novedoso, ya lleva años entre nosotros, pero últimamente han cobrado mucha relevancia los de Decentraland, Sandbox, Cryptovoxels, Roblox o Earth2.

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Pero serán los metaversos de Meta (antes Facebook), Microsoft y Google los que popularizarán estos nuevos entornos virtuales, particularmente por su poder de mercado así como por su clara orientación social o profesional.

Metaverso, concepto clave.

En este año, quedó claro que para las grandes tecnológicas, el metaverso es un concepto clave en su estrategia de crecimiento a largo plazo, aunque son conscientes de que el desarrollo de un metaverso funcional y sin fisuras operativas requerirá varios años y solo será una realidad a mediano y largo plazo.

Es muy probable que el discurrir del metaverso describa una trayectoria inicial relativamente larga y lenta para, en un momento dado, experimentar un súbito desarrollo.

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Así ocurrió, por ejemplo, con el Bitcoin o con la telefonía móvil cuyo punto de inflexión fue la llegada del smartphone.

Dar el salto a los metaversos parece mucho más plausible tras la súbita e intensa transformación digital provocada por la pandemia, que ha revolucionado el trabajo así como la inserción digital de muchos sectores de la población.

Aprendizaje inmersivo.

En tanto, el concepto de metaverso en las salas de reuniones o las aulas virtuales en el ámbito educativo permitirán experiencias de trabajo y de aprendizaje equivalentes a los simuladores de vuelo de hace años.

De tal modo que el aprendizaje en un entorno inmersivo multiplicará la eficiencia del proceso y aumentará la concentración que, actualmente, resulta tan perjudicada por el intrusismo de la mensajería instantánea y notificaciones en los dispositivos.

En cierto modo, los metaversos parecen el entorno idóneo para la convergencia tecnológica.