Los astronautas que pasan mucho tiempo en el espacio, por ejemplo aquellos que viven por períodos largos en la estación internacional espacial, sufren de algunos trastornos que los seres humanos que vivimos en la Tierra desconocemos. Aparentemente la razón es la microgravedad, que afecta de alguna forma la salud de los astronautas. La NASA ha decidido investigar no solamente las posibles causas, sino el hallar qué hacer para solucionar estas dificultades. Si pensamos, por ejemplo, en ir a Marte, tendremos que tomar en cuenta todas esas variables para que ese potencial viaje sea un éxito.

La microgravedad afecta a los cuerpos después de largos períodos en la forma en que los fluídos dentro del cuerpo humano se comportan. La NASA ahora está investigando en particular este tema para dar luz sobre la pérdida de visión y la deformación de la estructura del ojo que frecuentemente sufren los astronautas en la ISS (International Space Station).

Algo así como el 60% del cuerpo humano está hecho de fluídos y en microgravedad no se comportan de la manera usual. Esto provoca una condición conocida como el síndrome de discapacidad visual y presion intracraneal (VIIP por sus siglas en inglés). Esta condición -ya documentada- afecta a aproximadamente la mitad de todos los astronautas que han ido más allá de la coraza protectora de la atmósfera terrestre.

«Nuestra primera meta es medir el corrimiento de los fluídos, para ver hacia dónde fueron y cómo este corrimiento varía con los individuos», dijo el investiogador principal Michael B. Stenger, del grupo de ciencia y tecnología de Wyle. «Nuestra segunda meta es correlacionar el movimiento de los fluídos con la visión, la estructura del ojo y otros elementos del síndrome VIIP», indica el investigador.

Uno de los astronautas seleccionados en esta investigación será Scott Kelly y el cosmonauta Mikhail Kornienko. Ambos estarán 12 meses en la estación espacial, lo cual es el doble de tiempo de la duración de cualquier misión estándar. La investigación del corrimiento de fluídos también usará el traje de presión ruso Chibis, el cual ya está en la estación espacial y que sirve para preparar a los cosmonautas al reingreso a la Tierra. Chibis tiene la capacidad de aplicar presión negativa en la mitad inferior del cuerpo del astronauta y se espera que con esta técnica se pueda prevenir el corrimiento de los fluídos hacia el cerebro del atronauta.

La NASA busca hallar remedio a esta situación para beneficiar a los astronautas en la ISS además de entender estos factores para que puedan tener períodos prolongados de sueño una vez que regresen a nuestro planeta.

Referencias:

NASA
Gizmag