El 19 de agosto de 2020 sucedió algo histórico, pues ingenieros de la UCL (Electronic & Electrical Engineering) en Reino Unido en conjunto con equipos de trabajo de las empresas japonesas Xtera y KDDI Research lograron obtener la velocidad de descarga más rápida del mundo al llegar a un tope de 178 Tbps (Terabits por segundo), récord que ha sido superado en 2021. 

Ingenieros del NICT (Instituto Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación de Japón) lograron alcanzar los 319 Tbps de velocidad, lo que en teoría permitiría descargar dos veces todo el catálogo de Netflix en un segundo.

El año pasado los ingenieros de la UCL mencionaron que sus 178 Tbps permitían descargar todo el contenido de Netflix en menos de un segundo, lo que significa que ahora se puede hacer esta acción dos veces o con más de un servicio de streaming, antes de lo que tarda un parpadeo. 

¿Cómo se logra una conexión de 319 Tbps?

Ver velocidades de bajada que superen los 500 Mbps es extraño, y aunque el 5G podría lograr teóricamente una descarga de 20 Gbps, es más de 300,000 veces menos la velocidad alcanzada por la NICT en Japón. 

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La prueba de velocidad fue realizada en un laboratorio con ambiente controlado, sin embargo, se utilizó un cable de fibra óptica avanzada con 4 núcleos, el cual los investigadores japoneses consideraron la principal innovación de la prueba, pues su tiene el mismo tamaño de un cable de fibra tradicional. 

Este nuevo cable de hecho se puede utilizar con la infraestructura actual, lo que sin duda permitirá que las empresas puedan incrementar considerablemente las velocidades de conexión a Internet. 

Sin embargo, este nuevo cable no es la única parte fundamental de la ecuación. La NICT mencionó que se utilizó un láser de 552 canales que disparó en múltiples longitudes de onda a través de amplificadores hechos de minerales de tierras raras, razón por la que se pudo lograr una velocidad que para muchos podría ser inimaginable.

El problema es que los ingenieros japoneses recalcaron que este proceso es costoso, razón por la cual es poco probable que al final las compañías puedan ofrecer velocidades que se acerquen a la alcanzada en el experimento, aunque su nuevo cable sí podría ser el primer paso para mejorar las velocidades de Internet en todo el mundo.