Matt Giordiano sabe de radiación, electrónica y física, lo que significa básicamente que construir una máquina que genere rayos X sería una cuestión de tiempo. Es obvio que jugar con la radiación no es algo que deba hacerse sin la responsabilidad adecuada y Matt es el primero en desalentar a los demás en hacer algo así. Sin embargo, si se busca un proyecto interesante por sí mismo, el construir una máquina de rayos X puede ser divertido y con un gran aprendizaje.

Aunque para muchos los rayos X suenen misteriosos e incluso infundan miedo, es una tecnología que tiene ya unos 100 años de existir. Las partes para construir un dispositivo de esta naturaleza son ya electrónica antigua. Se requiere un bulbo Coolidge, al cual se le aplica un voltaje lo suficientemente alto y los electrones irán del cátodo al ánodo, chocando en un objetivo metálico pesado. Esto produce una cosa llamada radiación Bremsstrahlung, que no es más que lo que llamamos los rayos X. Estos pueden dirigirse a una película o a una pantalla de intensidad que genera fluorescencia cuando los rayos chocan contra ésta.

Generar rayos X es una cosa, pero verlos es otro asunto totalmente diferentes. Para ello Matt usa una pantalla intensificadora de los años 60s o 70s. La fluorescencia que se genera es azul, un color nada fácil de fotografiar con cierto tipo de iluminación, pero suficiente para capturar imágenes. Siguiendo los pasos de Roentgen, Giordano se tomó una foto de rayos X de su mano, asunto que no es nada recomendable hacer y menos repetir como bien dice el autor de este dispositivo. Sin embargo es un buen ejemplo de lo que se puede hacer con el conocimiento suficiente y el respeto sobre lo que puede a uno matarlo.

Referencias:

Blog Matt Giordano 
HackADay