Personalmente, soy fan de la posibilidad de hacer streaming (transmitir audio y video en vivo por Internet), no sólo por el impacto que tiene compartir información de relevancia o coyuntura en tiempo real, también por la cantidad de escenarios donde representa un puente muy importante para la comunicación a distancia.

Hasta hace muy poco tiempo, la posibilidad de transmitir audio y video en tiempo real era complicada y requería de equipos no tan portátiles, al menos camarita USB y Notebook. La velocidad y avances tecnológicos de los equipos móviles (más potentes y con cámaras y audio de alta calidad), de las aplicaciones, los enlaces, y -queremos creer- la provisión de mejores servicios, hacen posible transmitir audio y video en vivo con tan sólo un teléfono inteligente; considerando, claro está, que las celdas celulares son caprichosas.

Video Social: ¿Moda o tendencia disruptiva?

Si consideramos al contenido como el rey en medios digitales, la posibilidad de generarlo y compartirlo en audio y video en tiempo real constituye la versión más enriquecida. Por ello no sorprende que 2015 sea el año en el que el streaming en redes sociales se convirtió en una de las tendencias emergentes más relevantes para el ecosistema digital.

Consideremos los casos de Facebook, Twitter y YouTube, las redes más grandes en cantidad y variedad de usuarios, así como un muy alto consumo de contenidos. Se han convertido en plataformas donde nuevas tecnologías se ponen a prueba de aceptación en mercados masivos. Hoy en día, las tres han integrado servicios de streaming.

Mientras YouTube libra una batalla frontal con Livestream, el todavía líder en servicios de streamings para usuarios medianamente avanzados y profesionales, Facebook y Twitter han integrado Facebook live y Periscope, respectivamente. Ambas, eliminando la necesidad de abandonar una aplicación y abrir otra para ver la transmisión.

Facebook comenzó ofreciendo servicios de streaming exclusivo para periodistas y celebridades, pero hace unas semanas anunció la disponibilidad de Facebook live para todos sus usuarios, que son más de 1,550 millones, misma que habilitará de manera escalonada por países durante 2016.

Datos de uso de Periscope revelan que sus más de 2 millones de usuarios activos consumen diariamente el equivalente a 40 años de video. Su integración con Twitter lo ha posicionado como la aplicación preferida para combinar video y audio en vivo.

Al transmitir video y audio en vivo, no necesito escribir qué es lo que estoy viendo, lo comparto con mi timeline tal como lo estoy presenciando, y esto tiene una gran importancia, particularmente en casos de emergencias o cuando la relevancia del contenido no puede ser descrita de manera tan detallada mientras transcurre un acontecimiento.

Es evidente el impacto que hoy en día tiene el contenido compartido en formato de video, particularmente en redes sociales en las que la combinación  “contenido + contexto (qué, cuándo, cómo, dónde)”  se ve enriquecida con el uso de audio y video en tiempo real.

En vivo VS. grabado

El streaming representa tan sólo una pequeña porción del “fenómeno de video social”. Aunque sitios como Facebook, Twitter y YouTube generan interacción con usuarios a través de video, sólo una parte pequeña corresponde a streaming.

¿Y si el futuro del video no está en el streaming, pero sí en el stream? Hay quienes consideran que hacer streaming es únicamente una tendencia, al considerar que la mayoría de nosotros no tenemos mucho qué compartir en vivo y que somos aversos al riesgo de ponernos en verguenza en tiempo real (#NOT), por lo que es preferible la seguridad (y costumbre) de hacer un script con lo que queremos comunicar, ensayarlo, repetirlo y editarlo.

Los videos-loop de Vine, por ejemplo, se reproducen 1.5 millones de veces al día. Snapchat, obtiene 6 mil millones de vistas diariamente. El tiempo que destinamos a contenido de YouTube crece constantemente, y hoy reporta tener más de mil millones de usuarios.

El stream -timeline o muro- es el lugar donde hoy consumimos contenidos sociales. Es muy sencillo: abres el App de alguna red social y el contenido se va presentando en tu pantalla. Visualmente, el contenido se ha ido enriqueciendo cada vez más, y aunque probablemente una gran cantidad sea video, ¿Qué tanto es contenido en vivo, compartido vía streaming por tu comunidad? Probablemente todavía no tanto.

Streaming fuera de los medios sociales

Estoy convencido de que somos testigos de la punta del iceberg de una tendencia mucho más grande, más profunda.

Ser fan de hacer streaming, por el gusto de compartir lugares o información en tiempo real, nada tienen que ver con likes o estrellitas. En el fondo, es hacerlo con plena conciencia de que es parte de un cambio mucho más grande, que está modificando la forma en que compartimos información, contenidos, situaciones y escenarios a través de instrumentos cada vez más potentes y sencillos de utilizar.

Pensemos en la maravilla de ver y escuchar a las personas que físicamente viven lejos o un caso de emergencia en el que podemos transmitir a un doctor video y audio que le permitan realizar un diagnóstico y pueda guiar paso a paso a quien se encuentra presente para atender la emergencia.

En mi caso, entre destacables beneficios, está la posibilidad de recibir asistencia en el súper para la correcta selección de frutas y verduras: “tráete 2 o 3 cebollas, no grandes, no de cambray”. Cilantro y perejil, me hacen los streaming-mandados.


Estoy en línea, luego existo. Enamorado de Frinee. Orgulloso papá de Julia y Diego. ADigital. Cybercast. Drones. CCmx Public Lead. Cubito de hielo. Su Twitter es @Pizu