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¿Conviene comprar una laptop sin lector de CD?

Los tiempos cambian en todo aspecto de la vida. Desde lo que comemos y usamos para vestir, hasta la forma de trabajar o divertirnos, siempre...

Es conveniente comprar una laptop sin lector de CD

Los tiempos cambian en todo aspecto de la vida. Desde lo que comemos y usamos para vestir, hasta la forma de trabajar o divertirnos, siempre existen cambios en los que se altera la manera como solíamos hacer todo. Un ejemplo muy evidente es que hay medios que desaparecen en favor de otros. En este momento podríamos estar justo a la mitad del proceso para descartar el uso de CDs (o DVDs) como medio de almacenamiento personal, por lo que surge la pregunta: ¿valdrá la pena tener un equipo de cómputo sin lector óptico?

Al menos durante los últimos 6 años, las computadoras portátiles tuvieron una popularidad en ascendencia gracias a que el precio por uno de esos dispositivos fue más accesible, además de que el atractivo esquema de pagos atrajo a más clientes. Una de las características más buscadas en esos equipos era, por supuesto, que tuviera un lector óptico.

Primero, los lectores de CD, después, con la capacidad de grabar información en esos discos vírgenes y más adelante se repitió la historia con los DVD; en ese entonces, tener una laptop con un grabador (también conocido como quemador) de DVD era prácticamente un símbolo de estatus, porque sólo las máquinas más costosas poseían esa función.

Después de un tiempo, como pasa con casi todo, el quemador de DVD se estandarizó, por lo que ahora sería muy raro ver una laptop con lector óptico que no pueda grabar información a un DVD en blanco.

El camino fue un tanto similar con la introducción del Blu-ray, sólo que este formato llegó en un momento en que la adquisición y descarga de video desde la red está tomando fuerza, así que las computadoras con lectores de Blu-ray siguen siendo escasas. No se diga con un quemador para ese formato.

Antes de que la historia de los discos siguiera creciendo, las computadoras ultradelgadas comenzaron a aparecer. Las MacBook Air abrieron el camino hacia la popularización de ese tipo de diseño, pero ahora también están las ultrabook, que son máquinas poderosas y muy ligeras. Las netbook son otro caso similar, sólo que no las consideramos dentro de este artículo por su limitada capacidad de trabajo.

La mayoría de las ultrabook están dentro de un rango de precio desde mil hasta mil quinientos dólares (13,000 a 20,000 pesos), por lo que en el caso de los usuarios que desean adquirir una máquina suficientemente poderosa para realizar la mayoría de las tareas sin problema alguno que les costaría una cantidad similar podrían tener en consideración estos dispositivos ultra portátiles sobre las laptops tradicionales.

Además de los factores como el procesador, memoria interna o tarjeta de video (que pueden ser muy relevantes si necesitas hacer tareas especializadas como edición de video HD), muchos usuarios se verán en la difícil decisión de descartar el uso de un lector óptico y obtener un diseño más delgado y ligero a cambio.

Si bien se han presentado modelos de ultrabook que sí tienen bahía de carga de CDs, no creemos que valga la pena optar por esas opciones, ya que son más caras y no se obtiene la ultradelgadez que podríamos tener sin prescindimos de dicha bahía. El peso de una ultrabook puede ser de tan sólo 1.3 kilos o menos, mientras que una laptop por muy ligera que sea, no pesa menos de 2kg, algo que se torna muy molesto si sueles llevar contigo el dispositivo a todos lados.

La industria está cambiando y casi toda la información se transporta ahora en medios virtuales, como Dropbox o Google Drive, así como en las unidades Flash USB tan populares o tarjetas SD y micro SD, así que no te preocupes mucho por el que los discos vuelvan a tener una época de esplendor como el de hace años, ya que la historia nos ha mostrado que es poco probable que suceda.

La verdad es que cada quien sabe qué tanto necesita tener una bahía de carga de discos, dependiendo en mucho de cuáles sean sus actividades; si tú estás indeciso, tan sólo pregúntate ¿cuándo fue la última vez que insertaste un disco en tu computadora? ¿Fue para leerlo únicamente o para grabar información en él? Quizá te pase como a mí, que ni siquiera puedo recordar cuándo fue que introduje un disco de cualquier tipo a mi computadora portátil por última vez, quizá no.

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