Tal vez muchos de nosotros hayamos pensado que la batalla legal entre Google y Oracle es una cuestión del uso de software propietario de una empresa sin los permisos de ésta, pero las cosas son mucho más complicadas.

La historia es esta: en el 2012 Oracle demandó a Google en la Corte por el uso de los APIs de Java dentro de Android y desde entonces se ha generado una enorme batalla legal. Hasta ahora, las últimas decisiones de la Corte parecen darle la razón a Oracle, aunque esto aún no está decidido.

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La programación de Android usa Java principalmente y aunque hay muchas bibliotecas que son específicas de Android, las facilidades generales las otorgan las bibliotecas de Java. En el 2010, Oracle demandó a Google por usar estas APIs. Es sin embargo importante decir que Oracle no demandó Google porque éste se robó el código. No, demandó Oracle porque Google estaba escribiendo código para implementar las mismas APIs. Lo que Oracle reclama es la forma de las APIs, que a su entender era el reclamo de los derechos de autor y no el código que Google estaba escribiendo. Esto es extraño porque nunca antes se había dado el caso. Se asumía (o hasta ahora era así), que cualquiera puede implementar las mismas rutinas mientras el código no se copiado de ninguna otra implementación. Por ejemplo, yo podría escribir mi propia versión de PacMan, y si no le he copiado a nadie, Atari o el dueño de los derechos de dicho juego, no podía demandarme.

La corte originalmente dijo que las interfaces no podían tener derechos de autor, pero la decisión se modificó después. Un jurado decidió que el uso de Google era legal y justo, pero también esto se cambió más tarde. Ahora la Suprema Corte tiene la obligación de tomar una decisión, algo que está posponiendo desde el 2015.

Kent Walker, en el blog de Google ha escrito: “A menos que la Suprema Corte dé marcha atrás a las modificaciones a las decisiones que ya habían sido tomadas, el caso terminará con la habilidad tradicional del desarrollador de usar libremente las interfaces de software para construir la nueva generación de los programas de computadora para los consumidores”. Y agregó: “Permitir estas decisiones (que se cambiaron en las cortes de apelación) lo que hará es bloquear efectivamente a los desarrolladores de una plataforma a los intereses y caprichos de quien tenga los derechos de autor”.

Hay diferentes opiniones sobre esta situación. Algunos indican que Google sabía perfectamente lo que estaba haciendo y que se merece toda la fuerza de la ley. Otros encuentran la idea de proteger con derechos de autor las APIs como un asunto fuera de lugar, una locura y además, imposible de controlar en el mundo real. Después de todo, ¿qué es un API?una llamada a una función o a dos, etcétera.

Si Google pierde, el impacto en Android podría ser enorme y en términos de dinero, estaríamos hablando de unos 8 mil millones de dólares, además de las restricciones que se le podrían poner al futuro de Android con las APIs y su uso.

Así, si existe inteligencia en las decisiones de la Corte, es claro que apoyar a Oracle significa iniciar una serie de problemas para los desarrolladores, lo que además, probablemente llevará a más demandas parecidas a la de Oracle. Pero esperemos a que la Suprema Corte decida.