Resulta que cada que tenemos una interacción en redes sociales, plataformas de video o cualquier cosa que hagamos en internet, dejamos una huella de la que no siempre somos conscientes; y si bien no se puede evitar, sí se puede controlar, siendo la mejor forma el denominado “egosurfing”.
El egosurfing consiste en introducir ciertos datos, como lo es el nombre, los apellidos, números de la credencial de elector, dirección de correo electrónico e, incluso, las placas del automóvil, entre otros datos, y buscar datos de ti mismo.
Se trata de una práctica que se recomienda desde la Oficina de Seguridad del Internauta para proteger la privacidad.
Ahora bien, para hacer egosurfing, existen distintas herramientas y servicios, como puede ser Google Alerta, el buscador de Google, redes sociales, además de otras plataformas en las que exista la opción de crear perfiles de usuario.
Una de las funcionalidades para hacer el egosurfing es Google Alertas, un sistema mediante el cual se pueden recibir notificaciones en el correo electrónico sobre un tema de interés, que, en este caso, es nuestro perfil en internet.
Otro punto a destacar es que al momento de hacer egosurfing es obtener información en el buscador de imágenes para conocer dónde aparece la imagen, tanto en perfiles creados por nosotros mismos como en publicaciones compartidas o publicadas por otros usuarios.
La utilidad del egosurfing en estos casos es todavía mayor puesto que, gracias a que se pueden conocer posibles perfiles falsos que hayan sido creados con nuestros datos personales y suplantado nuestra identidad.
Egosurfing y la prevención.
Luego de realizar las correspondientes comprobaciones, tanto en buscador como en redes sociales, es decir, egosurfing, es posible que encuentres información que no te interese mantener en la red.
Por lo que, conviene gestionar las preferencias en torno a las etiquetas en publicaciones, para evitar menciones indeseadas por parte de otros usuarios o contactos que no estén en el listado de amigos.
Por último, es conveniente ejercer el derecho al olvido, una norma que existe en el Reglamento General de Protección de Datos y que ampara a los usuarios para que sus datos no se mantengan en los motores de búsqueda.
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