En esta temporada navideña, muchas empresas de tecnología llevan a cabo sus reuniones de fin de año. Un poco con la idea de “agasajar” a los invitados, la típica reunión es una comida o cena, donde hay palabras de algunos directivos, la comida en sí, tal vez algún juego o entretenimiento y, claro, normalmente te regalan desde un detallito hasta un producto en forma. Todo eso son regalos de fin de año y se entiende que las empresas invierten para que no te olvides de ellas.
Este diciembre me ha llegado de todo, desde una firma que “agradece el apoyo editorial brindado durante el 2008”, a lo que atentamente contesté que no había publicado nada de esa empresa durante el 2008 (ni antes). Amablemente me respondieron que no importaba, que con gusto me esperaban.
La verdad es que acudo a muy pocas de estas reuniones, ya que muchas son al mismo tiempo, generalmente las dos primeras semanas de diciembre. Así, la “competencia” por ver quien lleva más gente a su evento debe ser intensa entre las empresas de relaciones públicas, que entre otras cosas, cobran por llevar a cabo estas actividades.
El correo que me acaba de llegar sí nunca lo había visto. Es la típica invitación, pero se atrevieron a poner el menú de la comida…. ¡increíble! Con un envuelto en jamón serrano, crema de langosta, filete de res y crocante de mango como que intentan decir “vengan, por lo menos los alimentos van a estar buenos”. De cualquier forma no tenía planeado asistir a esta comida, pero la verdad, este tipo de detalles se quedan siempre, en el cajón de los malos recuerdos.
Lo que nos falta por ver…