En relación este tema, la profesora de la Universidad de Oxford, Carissa Véliz, advirtió en entrevista a la BBC que el espionaje es más común de lo que creemos y que existen compañías dedicadas a vender datos sobre gustos, aficiones, hábitos e incluso dificultades médicas de personas que dejan rastro al hacer uso de buscadores o redes sociales.

El panorama luce desalentador al revisar el informe que el Consejo del Consumidor de Noruega publicó en 2018. Allí se menciona que Google y Facebook usan “patrones oscuros” que dificultan la protección de la privacidad, con acciones como:

  • La información clave se omite o se minimiza.
  • Ocultan opciones avanzadas de privacidad.
  • Se presentan falsas dicotomías en las que los usuarios se ven obligados a aceptar todos los términos o, confundidos, rechazan las normas de seguridad.
  • Se alargan y complican los procesos cuando los usuarios quieren más privacidad.
  • Las aplicaciones tienden a amenazar con pérdida de funcionalidad si no se escogen determinadas configuraciones.

Luego de saber todo esto, te mostramos cinco acciones que pueden ayudarte a proteger tu privacidad:

1. Descarga Signal

Fue diseñada por un grupo de desarrolladores, entre los que se encuentra Brian Acton, uno de los creadores de WhatsApp, y el hacker Moxie Marlinspike.

Se comercializa bajo el lema de: «la seguridad que cabe en tu bolsillo» y cuenta entre sus partidarios a Edward Snowden, ex analista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Signal dispone de los mismos servicios de Whatsapp, con el añadido de que es posible descargarla en el escritorio de la PC y desde ahí hacer videollamadas. El servicio es gratuito y está disponible tanto para Android como para iOS.

Uno de los plus de esta app es que sus creadores no se lucran con publicidad, por tanto, no venden los datos de los usuarios a otras empresas.

Las conversaciones están protegidas de terceros e incluso de la propia empresa creadora que, asegura: “Signal utiliza un cifrado de extremo a extremo para que nunca tengamos acceso al contenido de los mensajes que envía; solo son visibles para usted y los destinatarios previstos”, afirman en el blog de su página web.

2. Navega con DuckDuckGo

Al hacer una revisión rápida en la web, encontramos que este buscador es reconocido como uno de los más seguros para navegar en internet, de hecho, fue diseñado para proteger la privacidad de los usuarios. Su creador, Gabriel Weinberg, se fijó como premisa dar respuesta a la búsqueda de sus usuarios sin que ello implique vender sus datos.

Este buscador no rastrea lo que buscas, como sí hace Google para luego mostrarte publicidad en función de tus cliqueos. Tampoco guarda información del usuario, es decir: no almacena datos en ningún tipo de cookies.

Otro detalle importante es que aquí no habrá tantos anuncios como en Google, además, al no tener nuestros perfiles la publicidad será igual para todos los usuarios.

3. ¡Cambia la clave!

Nos confiamos mucho en las claves y es usual utilizar nuestras fechas de cumpleaños, las de nuestros hijos, familiares o seres queridos para armar algoritmos fáciles de recordar, pero no. Esto no es lo más recomendable. Es imperativo que las claves sean de más de seis caracteres y una forma de armarlas podría ser acuñando frases largas, por ejemplo:

Me gustan la manzana y la pera, y de estas palabras tomar las primeras letras, así: mglmylp.

A esto pueden añadirse algunos números o caracteres y ¡voilá! Tenemos una clave segura de usar.

4.No te conectes a redes públicas

Qué atractivas son esas redes públicas o abiertas que a veces llegan a nuestros dispositivos, y qué fácil es caer, pues no lo hagas, por favor no. Es muy común que a través de estas señales de Wifi puedan copiar datos sensibles, como usuarios y contraseñas de bancos o tarjetas de crédito.

Hay atacantes que pueden clonar, por citar un ejemplo, el nombre del Wifi de tu restaurant favorito y ¡Zuas! Tomar tus datos.

5.Por favor, cierra sesión

Es tan simple que a veces lo olvidamos. Debemos cerrar sesión siempre que ingresemos nuestros datos para pagar servicios o navegar por redes sociales porque nuestros datos quedan expuestos. Esto es preciso, sobre todo en sitios como cibercafés o computadoras prestadas, incluso las que usamos en el trabajo. Confiarse no está bien ¡Cierra sesión!

Crédito: Chesnot/Getty Images