Apple vive dos realidades con un producto, o mejor dicho, una gama del mismo; hablamos del iPhone 13 que genera contrastes para la gigante de Cupertino.
Expliquemos cada realidad, por un lado, el iPhone 13 resultó ser imbatible frente a sus hermanos; según datos de Canalys dos de cada tres smartphones que se venden en el segmento superior a los 600 dólares, son un iPhone.
Durante 2021 el porcentaje era del 62 por ciento y en 2020 era del 53 por ciento, esto significa que está ganando terreno el segmento premium, y de este sector, Apple es el ganón.
Incluso, dentro de la propia gama de iPhones, un 42 por ciento de las unidades que se compran en el globo, son del modelo 13, seguido del iPhone 13 Pro y el iPhone 13 Pro Max, en el caso del iPhone SE, hablamos del 12 por ciento de la cuota del mercado y, el 13 mini solo araña un 5 por ciento de las ventas.
Apple sin presiones.
La buena noticia de estos números de Apple es que no tiene necesidad de acelerar la salida del iPhone 14, lo que permite tener el tiempo necesario para la adecuación de tecnologías o mejoras en su modelo.
Incluso, para Apple, su modelo 13 del iPhone resultó tan bueno, que ni combinando toda la gama Pro se equiparan las ventas de este smartphone; el modelo estándar del teléfono se ha convertido en el más vendido con un gran margen de ventaja.
La mala, es que al público no le gustó en nada su modelo Mini del iPhone, nada de nada, tan es así que de 100 modelos, apenas, y ya con muchas ganas, se venden 5.
Este indicador le dice a Apple que en el modelo 14 y sucesivos tiene dos cosas que hacer, la primera es seguir motivando a los clientes a gastar más dinero y, ya no hacer modelos mini, al menos no por ahora.
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