Este 20 de mayo, Apple y Google hicieron oficial el lanzamiento de su API para notificación de exposición a COVID-19, misma que las instituciones públicas de salud de cada país podrán integrar a sus aplicaciones oficiales.

Esto significa que a partir de hoy, será decisión de los gobiernos utilizar las herramientas que fueron desarrolladas por ambas empresas con el fin de informar a los usuarios, usando la señal de Bluetooth de sus smartphones iOS o Android y un generador diario de llaves cifradas, si estuvieron cerca de un caso confirmado.

La API es el resultado de largas conversaciones entre las empresas, representantes del gobierno, expertos en salud, académicos y especialistas en seguridad de diversos países.

Hasta el momento, 22 países en 5 continentes han pedido acceso a la herramienta (Apple y Google no han revelado si México u otros países de LATAM están entre estos países) y se espera que más se unan en las próximas semanas. Las compañías han llevado a cabo pláticas técnicas con los involucrados, incluidos oficiales, epidemiólogos y desarrolladores designados para cada proyecto.

Unos de los principales retos para ambas compañías fueron evitar el consumo de batería excesivo al mantener activa la señal de Bluetooth y proteger la privacidad de los usuarios al no utilizar la ubicación de sus smartphones y procesar la información dentro del mismo equipo. Es decir, la información no se comparte con Apple ni con Google.

La postura de Apple y Google

De acuerdo con un comunicado de ambas empresas, Google y Apple se unieron para construir una API que ayuda a las Autoridades de Salud Pública a aprovechar la tecnología Bluetooth, pero no es un sustituto del rastreo de contacto tradicional, sino más bien un complemento muy seguro.

«El sistema no recolecta o usa la ubicación del dispositivo; si una persona es diagnosticada con COVID-19, depende de ellos si deciden reportarlo o no ante la app de salud pública. La adopción de los usuarios es la clave del éxito y creemos que la fuerte protección a su privacidad es la mejor forma de motivar el uso de esas apps», declararon Apple y Google.

«Hoy, esta tecnología está en manos de las agencias de salud pública en todo el mundo, quienes estarán a cargo y nosotros seguiremos apoyando sus esfuerzos».

Hace algunas semanas, las compañías lanzaron la versión beta de su API y desde entonces la han actualizado, solicitando retroalimentación con el fin de que las Autoridades de Salud Pública tengan una herramienta confiable para definir qué es para cada país la exposición a COVID-19, cuántos casos de exposición surgen día a día y qué factores aumentan los casos.