El próximo 30 de agosto se reanudarán las clases presenciales en el país sin importar el estado del semáforo epidemiológico que se viva durante las próximas semanas. Ante esta situación, el ejecutivo mencionó que las clases presenciales serán declaradas actividad esencial.

Sin embargo, cada familia decidirá si quiere que sus hijos regresen a las aulas o mantengan clases a distancia como el curso escolar pasado. 

Psicólogos concluyen: Los videojuegos no son la causa de la violencia

Cuando se le preguntó al presidente si las clases presenciales sí debían ser consideradas como una actividad esencial, el mandatario contestó que sí, debido a que el encierro ha hecho dependientes a los niños de los videojuegos.

“La escuela es el segundo hogar. Es básica, es fundamental, ya no podemos tener a los niños encerrados o dependiendo por completo del Nintendo, eso es muy tóxico. Yo soy respetuoso de todo, pero es muy enajenante estar recibiendo todo ese bombardeo de información; hay mucha violencia en los juegos”, declaró Andrés Manuel López Obrador.

Asimismo, recalcó que el ser humano no puede vivir así: “Somos seres sociales, tenemos que convivir con otros, y eso es lo que se logra en la escuela”.

Otra vez la polémica de la violencia y los videojuegos

Durante años se ha acusado a los videojuegos de ser los generadores de la violencia en adolescentes y niños.

Al respecto, GameIndustry realizó un estudio en el que encontró que solo el 33% de los 349 títulos presentados en la pasada edición del E3 2021 no contenían violencia. Sin embargo, que la mayoría de los videojuegos tengan contenido violento no significa que permean en la conducta de los más jóvenes. 

La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) concluyó en un estudio realizado en 2020 que atribuir la violencia a los videojuegos no era científicamente coherente, pues relacionar un elemento con otro quita de la ecuación aspectos importantes que sí determinan patrones de violencia en el ser humano. 

Hasta el momento ningún estudio ha demostrado que los juegos realmente sean un detonante en la violencia de los más jóvenes.

Sin embargo, durante años se ha acusado a la música, películas y videojuegos como los causantes de normalizar y generar conductas violentas en los más jóvenes.