Todos los dispositivos, teléfonos, reproductores mp3, bolsas de diseñador y hasta dinero, todo que tenga un valor es susceptible de ser imitado. Estos productos de imitación en general no cumplen con las especificaciones de los originales, pero a cambio, son mucho más económicos. Por ejemplo, un cargador de iPad original cuesta unos 19 dólares. El pirata sólo 3. Quizás esta sea la razón por la cual la gente decide probar la imitación, pues en ocasiones nomás porque tiene el logotipo de Apple no parece justificar pagar tanto. Ken Shirriff decidió hacer algunas pruebas tomando como ejemplo un cargador para un iPad original contra uno pirata, que imita ser el original.

En las pruebas correspondientes al cargador del iPad, hay que decir que dicho aparato tiene una función: tomar la corriente alterna de la pared y convertirla a corriente directa de 5V, que es lo que usa el iPad. Ken midió algunos aspectos de la salida eléctrica de ambos dispositivos. Halló que el cargador pirata tiene mucho más ruido en la señal que el de Apple.

El artículo de Shirriff es extremadamente detallado. El hombre desarmó ambos cargadores y claramente la calidad del original contra el pirata se hacen notar. Por su parte, la fundación Raspberry hizo sus propias pruebas en Inglaterra con cargadores de Apple contra los piratas. Los resultados pueden verse aquí:

La conclusión es interesante: los materiales que usan Apple parecen justificar el precio. Hay una segunda razón: Si usted se gastó ya su buen dinero en un dispositivo tan costoso, ¿no sería buena idea no arriesgarlo conectándolo a cargadores de dudosa procedencia?

Referencias:

HackADay
Ken Shirriff (blog)