La pandemia por COVID-19 y la necesidad de mantener el distanciamiento social cambiaron por completo nuestro día a día y, por lo tanto, nuestros hábitos de consumo. Ante la necesidad de estudiar y trabajar desde casa, a nivel mundial se habla de un aumento en la compra de gadgets desde los primeros cierres en 2020. Sin embargo, un nuevo informe apunta a que adquirir el equipo necesario para llevar a cabo nuestras actividades desde el hogar no es una posibilidad para todos. 

Un estudio reciente de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) y el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación (UNITAR) analizó el consumo de productos electrónicos durante el año pasado y encontró que las ventas de este tipo de productos se redujeron 30% en los países de ingresos medios a bajos, en comparación con lo que ocurría previo a la llegada del COVID. En contraste, las naciones de más altos ingresos muestran un impulso en la compra de electrónicos de 4%.

Mapa de consumo global de equipos electrónicos y eléctricos

“Esta desigualdad tiene un importante efecto colateral social”, se lee en el informe. “Entre la población de los países de ingresos bajos y medianos aumenta continuamente la disparidad para tener acceso a las tecnologías de comunicación modernas y otros dispositivos electrónicos”, lo que aumenta la brecha digital. Esto implica que “la capacidad para adaptarse a la digitalización y ganarse la vida, o simplemente para poseer y beneficiarse de la electrónica, está disminuyendo en algunas partes del mundo”, continúa el análisis. 

Los países del norte de África, Asia occidental, África subsahariana y Asia central son los más afectados, según el estudio; mientras que entre los menos impactados se encuentran en Europa, América del Norte, Australia y Nueva Zelanda. 

A pesar de ello, la UNU y el UNITAR explicaron en su trabajo que la reducción hallada es “probablemente temporal” y destacaron que disminuye la cantidad de desechos electrónicos o e-Waste que se genera en regiones donde la mala gestión de los mismos conduce a grandes daños ambientales y para la salud. La investigación aseguró que esta reducción en basura tecnológica podría ahorrar al mundo 4.9 millones de toneladas métricas (Mt) en desechos de este tipo.

Día Mundial del Medio Ambiente: ¿Qué hacer con tu basura tecnológica?