Activa las notificaciones para estar al tanto de lo más nuevo en tecnología.

Una probada del futuro

La revista Wired publica en la última página de cada edición una ilustración llamada “Artefactos del futuro”, donde los colaboradores e ilustradores dan rienda suelta...

La revista Wired publica en la última página de cada edición una ilustración llamada “Artefactos del futuro”, donde los colaboradores e ilustradores dan rienda suelta a su imaginación, proponiendo algunos productos de consumo o servicios situados en “el futuro”, tipo dentro de unos 20 ó 30 años. He visto de todo, unos buenos y otros francamente regulares. Sin embargo, uno que me llamó la atención se trataba de una especie de anteojos que, gracias a la imaginación de sus creadores, reconocía los rostros y de inmediato proporcionaba la información vital del sujeto: nombre, edad, última vez que lo vimos y si había algún pendiente con él.Para mí, uno de esos artefactos me haría más fácil la vida, sobre todo porque tiendo a no recordar o relacionar rostros con nombres, pero bueno, los anteojos todavía quedan en la imaginación de todos nosotros, sin embargo, algo está pasando.

Durante la pasada exposición CES en Las Vegas, en lo que fuera la última aparición de Bill Gates ante un auditorio similar, casi al final de su presentación mostró un aparato demasiado interesante al que casi nadie le hizo caso. Se encontraban en la tarima Gates y Robbie Bach, presidente de la división de entretenimiento y de repente mostraron una especie de teléfono celular o PDA (mucho más grande que uno convencional) con un largo cable que lo alimentaba de corriente y de datos.

El aparato, dotado de una cámara, fue dirigido por Gates al rostro de Bach y en ese instante, pudimos ver lo que sucedía en la pantalla … fue reconocido de inmediato y mostró su nombre, puesto en la empresa, unos detalles curiosos como “me debe 20 dólares” y algunos íconos para programar una cita y otros detalles. Fue asombroso. Mucho más que la famosa mesa-computadora llamada Surface, que para muchos es algo así como un acto de magia.

El reconocimiento de rostros no es nuevo, lleva muchos años en desarrollo y hasta la fecha no ha servido para ninguna aplicación nivel consumidor. Sí, hay algunas cámaras web que reconocen la forma de un rostro humano y a partir de ahí “centran” la imagen, pero eso es muy diferente a darse cuenta del nombre y apellidos de alguien a través de escanear su cara en menos de un segundo.

Continuó la demostración y ahora, gracias a la ayuda de un equipo de ayudantes, la acción se situó fuera del salón de conferencias. En la conocida y famosa calle de los casinos en Las Vegas, apuntaron el dispositivo a diferentes edificios, logrando reconocer varios de ellos. Por ejemplo, en el caso de un restaurante, la pantalla mostró la información en un segundo y ofreció la opción de hacer una reservación… nada espectacular, considerando que ya pudo “adivinar” de qué lugar se trata.

Poco después, reconoció el hotel en donde estábamos y de inmediato le avisó al dueño del equipo que tenía una conferencia pendiente ahí… vaya, parte del show de un gran keynote como ese. Sin embargo, en el aparato también se mostró la opción de la “Historia” relacionada con ese lugar o con el evento y ya en una gran pantalla, comenzaron a aparecer íconos con videos de entrevistas y sucesos que ya habían pasado, pero todos relacionados con el CES (que es en donde estábamos).

Esa tecnología está en desarrollo. No se dieron más detalles al respecto y tampoco se especuló con fecha de lanzamiento ni mucho menos. Sin embargo, fue una probada de lo que tal vez tengamos en el futuro. Imagine por un momento que eso ya se vende y usted tiene una cita en cierto lugar, conoce el rumbo pero no exactamente el edificio. Simplemente con apuntar el dispositivo este “reconocerá” la forma del inmueble y le indicará exactamente que ahí es. Al llegar, podrá -eso si todavía no sé como para que no se note- apuntar a las caras de cada uno de los asistentes y tendrá la información básica de ellos. ¿Ciencia ficción? Sí, parece, pero por lo menos ya vimos una demostración sencilla.

Usando poderoso software, el sistema de posicionamiento global (GPS) y acceso a Internet a gran velocidad, la base de datos puede hacer maravillas. En este caso, unir formas y siluetas con la agenda diaria y reconocer rostros para ofrecer información del sujeto. Falta mucho, muchísimo para que el “Artefacto del futuro” que alguna vez vi en la revista Wired se encuentre a la venta. Pero sin duda, varias compañías se encuentran ya desarrollándolo. El futuro es prometedor y apenas estamos comenzando a ver un poco todo lo que se inmiscuirá la tecnología en nuestra vida diaria.

Comentarios