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Tres generaciones

No, no es referencia a ninguna bebida espirituosa. Muchos recuerdan los primeros celulares. A algunos nos tocó y otros los han visto en películas. Esos...

No, no es referencia a ninguna bebida espirituosa. Muchos recuerdan los primeros celulares. A algunos nos tocó y otros los han visto en películas. Esos “ladrillos” servían simplemente para hablar por teléfono, por cierto, durante períodos muy cortos de tiempo por la batería. La evolución ha sido vertiginosa.Existen miles de millones de celulares en el mundo y en México, algunos cálculos hablan de 60 millones. Casi seis de cada diez mexicanos tienen un celular. Ahora bien, que lo usen todo el tiempo o que sea de última generación, ya cambia la cosa. Sin embargo, la evolución natural y tecnológica de este medio de comunicación ha hecho que ahora tengamos conceptos como “oficina móvil”. Pero, ¿de qué se trata todo esto?

Como recordarán, al principio sólo servían para hacer llamadas tradicionales. Después, cuando pasó de sistema análogo a digital, se pudieron enviar mensajes cortos y obtener una primitiva navegación en lo que se conoce como portales “WAP”, que, en teoría, estaban diseñados para ser mostrados en pequeñas pantallas. Luego vinieron los celulares con colores en la pantalla y más capacidades gráficas, hasta llegar ahora a los conocidos como “Smart Phones”, que son, básicamente, computadoras con celular. No al revés.

En este sentido, la industria ha bautizado los diferentes avances tecnológicos bajo el concepto de “generación”. De ahí que se conozcan como 1G, 2G, 2.5G y 3G, pero realmente esto es sólo un parámetro o nomenclatura para tratar de diferenciar los servicios. En forma básica, la diferencia de generaciones consiste en cuánta información se puede transmitir usando la red celular. Las primeras tienen un “ancho de banda” limitado, capaz de enviar y recibir textos y una foto ocasional. A partir de 2.5G y, por supuesto, 3G, se cuenta con dispositivos que permiten tener un flujo constante de bits y bytes que, a final de cuentas, ofrecen algunos de estos servicios:

– Navegación “completa”, no en páginas tipo WEP que son bastante malas y nunca fueron útiles realmente
– Correo electrónico con todo y archivos pegados
– Videos y televisión (se pueden descargar o ver en “streaming”, que quiere decir que video se va observando en pantalla como va llegando)

Y como el ancho de banda también ayuda para comprar, se pueden adquirir y descargar canciones, videos y otro tipo de contenidos digitales. Para que un celular sea “compatible” con 3G, debe tener la capacidad de fábrica. No se le puede hacer una mejora por software. Es como el motor de un coche, no se le pueden poner 2 cilindros más a uno de 4.

En México, Iusacell lleva varios años ofreciendo su red 3G, basada en el estándar CDMA que se conoce genéricamente como EVDO. Hace unos días, Telcel, el jugador más grande del mercado, lanza su versión de 3G, que está basada en la tecnología GSM y que se conoce como HSPDA (tanta letra es sólo para conocer a las cosas por su “nombre de pila”). Pero, ¿cuáles son las diferencias?

Todo se reduce a los siguientes factores. Primero, el teléfono 3G. Hay todavía pocos modelos, pero en el futuro estos serán la norma, sin duda. Segundo, la velocidad. Una cosa es la publicada y otra la real. En el caso de Iusacell, llevo usando el servicio BAM (banda ancha móvil) desde hace años, a través de una cuenta de cortesía que la empresa me proporcionó. En términos generales, la velocidad promedio, ojo, promedio, es de 1Mbps. Nada mal considerando que es una conexión móvil. Ahora, Telcel lanza su 3G y la velocidad anunciada es de 1.5Mbps. Lo lógico es pensar a la primera “ah, es mucho más rápida”, pero quien sabe. Eso hay que usarlo y probarlo. Y precisamente dentro de unos días me prestarán una tarjeta y cuenta para usarla de forma constante.

Las mediciones de velocidad siempre son muy subjetivas. Intervienen muchos factores para determinarlas. Aquí lo interesante es que posiblemente haya una guerra de precios y servicios.

Así las cosas, la entrada de Telcel a 3G es una buena noticia. ¿Por qué? Porque estimula la competencia y hará que todos los proveedores interesados ofrezcan un mejor servicio con tarifas competitivas. Ojo, estoy hablando de los planes de datos para navegar en una laptop, no precisamente de los teléfonos con 3G. De esos, nos ocuparemos en otra ocasión.

Por cierto, he leído comentarios que dicen que “está carísimo, además, no podré bajar todo lo que quiero porque no es realmente ilimitado”. A ver, por favor. Un poco de mesura. Estas opciones no suplen una conexión estándar de banda ancha en la casa o en la oficina. Precisamente lo que ofrecen es movilidad. Y yo lo compruebo todos los días, al estar mucho tiempo fuera de cualquier tipo de cobertura WiFi, simplemente meto la tarjeta BAM y me conecto a la red. Eso es realmente el servicio, estar conectado a una buena velocidad para trabajar sin importar la ubicación física (claro, siempre y cuando sea una zona con cobertura celular 3G). Ahora, si tan solo la pila de mi laptop durara muchas horas…

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