Desde hace nueve años, Pixar tiene en su cuerpo de trabajo la que quizá sea la mejor entrega final de una trilogía impecable, un logro que ni siquiera sagas como Star Wars presumen. Toy Story 3 cerró en un círculo perfecto una historia sobre amistad, lealtad y madurez en la que parecía que ya no había espacio para agregar algo más.

La película arranca poco tiempo después del desenlace de Toy Story 3. Bonnie pronto entrará a la escuela, así que sus padres la mandan al día de orientación, en donde crea a un nuevo juguete, Forky, hecho de basura y pegamento.

No obstante, ahora llega Toy Story 4, una película que sabe un poco a capricho pero que entrega gags que funcionan y momentos que impactan directamente en los sentimientos.

Bonnie y sus padres llegan a un parque de diversiones en el que pasarán la noche y ahí Woody, Buzz y el resto de la pandilla conocen a nuevos juguetes, se reencuentran con Bo y sumarán esfuerzos para encontrar a Forky, quien ha sido capturado por una misteriosa muñeca y sus secuaces.

Al igual que cada entrega que le antecede, Toy Story 4 tiene un eje temático que se complementa con las inquietudes usuales de la saga sobre amistad y lealtad, de forma que ahora es “propósito” la pieza que pone en funcionamiento el engranaje narrativo.

Es este eje el que hace a Woody el verdadero protagonista de la historia, un juguete que ahora vela por el bienestar de su nueva dueña -pues el niño que creció con él entró a la universidad-, un juguete que constantemente piensa en que quizá su momento simplemente ya fue.

Las situaciones existenciales siempre han sido aspectos que Pixar aborda en Toy Story, sea el dilema de un astronauta de plástico que descubre que es un juguete, un vaquero de juguete que descubre que deriva de una serie de televisión o un grupo de juguetes que se resigna a estar en cajas, pues su dueño ya creció.

En ese sentido, las reflexiones dirigidas a los adultos están en Toy Story 4, así como los gags físicos para entretener a los más pequeños. Sin embargo, comparada con las cintas que le precede es menos clara.

Quizá sea consecuencia de que es dirigida por alguien que debuta en la silla de director o de que el desenlace de la tercera parte es tan redondo que cualquier arco que se le añadiera se sentiría extraño.

Como sea, esta es una Toy Story que no esperábamos pero muy divertida. Toy Story 4 luce momentos que impactan directo al corazón, así como un desenlace satisfactorio que, esperemos, ahora sí tenga calidad de definitivo.

Calificación: 8.0/10
Toy Story 4 (Toy Story 4)
Año: 2019
País: Estados Unidos:
Dirección: Josh Cooley
Guion: Stephany Folsom y Andrew Stanton