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Microcosmos Digital

El domingo pasado el portal (ahora también catalogado como red social) YouTube transmitió un concierto en vivo de la banda U2 que se llevó a...

El domingo pasado el portal (ahora también catalogado como red social) YouTube transmitió un concierto en vivo de la banda U2 que se llevó a cabo en California, Estados Unidos. Bono y sus socios acordaron con Google (dueño de YouTube) la transmisión en quién sabe qué términos y condiciones… el evento, aunque no he recibido datos oficiales, parece que fue todo un éxito en términos de audiencia.

No soy fan de U2, sin embargo al comenzar a leer tweets del tipo “qué bárbaro, se ve increíble” encendí una máquina y lo “sintonicé” (qué términos tan extraños para cargar una página, ¿no?). Al comenzar a ver la actuación de la banda en ese gran escenario me llamó la atención la calidad de la imagen. Era buena, sin duda, se veía bien, pero no era “increíble”, así es que me puse a twittear eso y me llovió en pocos minutos… ya lo sabía.

Mi comentario era y sigue siendo: se veía bien, se escuchaba mejor. Parece que la calidad del stream estaba relacionada al ancho de banda de cada quien. En mi caso midió unos 2.5Mb y el stream llegaba a 1Mb… no conecté computadora a pantalla de plasma ni mucho menos…

Durante el concierto estuvimos muchos usuarios de Twitter “tuiteando y aplaudiendo” ya que comentábamos algunos aspectos del concierto, como cuándo Bono gritó “Viva México”… y otros detalles. El asunto es que cada quien estaba en su casa y en su país. Había personas de todos los continentes viendo y tuiteando, algo que nunca transmitió en la televisión… ¿Cómo? ¿Qué no era lo mismo que estaba en la tele?

No y es aquí donde comienzan las grandes diferencias que estaremos, seguro, viviendo en los siguientes años. El concierto fue visto por un número determinado de personas, sin embargo, me costó un poco de trabajo dimensionar el evento y entender que era en vivo… sin tele.

Otro asunto: los streams y tweets en general se podrán ver/hacer desde un celular, una computadora portátil o de escritorio y, claro, dentro de poco tiempo desde cualquier televisión, pues ya todas estarán conectadas a la red. Es aquí donde me preocupa un poco la burbuja que cada quien genere a su alrededor… su propio microcosmos digital. ¿Por qué?

Cada vez es más frecuente escuchar frases como “yo ya no leo periódicos y mucho menos veo la tele”, para esos afortunados seres humanos, su fuente de información debe ser Internet, algunas páginas, si acaso, y listo. No necesitan de ninguna otra fuente externa. En el futuro su único contacto con el mundo será a través de Internet. Verán conciertos, series de televisión, programas de concursos, leerán su correo, chatearán, twitearán y resolverán su vida siempre conectados, en dónde quiera qué se encuentren.

¿Qué tal? Como lo escribía el editor de la revista Wired, autor de la teoría de la “gran cola” (The Long Tail), ya no habrá grandes corporaciones que nos digan qué es lo qué está de moda, no habrá artistas ni comunicadores ni nada prefabricado. Cada quien consumirá lo que guste, cuándo guste y en donde mejor le convenga.

Sólo hay que pensar cuál será la oferta de los portales líderes cuando esto del stream se vuelva más popular… decenas de conciertos simultáneos, muchas películas de estreno. Los 100 o más canales que hoy ofrece la televisión de paga serán un juego de niños comparado con el universo que se puede abarcar con la red. El concepto de la televisión que reunía a la familia en casa, bueno, además de quedar en la prehistoria, con estas nuevas tecnologías hará que los integrantes de un hogar se comuniquen… ¿por Twitter?

No me siento así como qué cien por ciento a gusto con la idea, parece que el sentido de “pertenencia” dejará de existir. Será cosa de acostumbrarme, me imagino. Mientras tanto, ¿qué hay en tu microcosmos?

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