El mundo está lleno de gente con ideas de todo tipo, algunas absurdas, otras no tanto; ideas revolucionarias o incluso ideas que muchos las han pensado pero que nadie se ha atrevido a realizarlas. Para que una idea tome forma parece que se necesita -en algún momento- de algo sutil que de pronto hace que todo se ponga en movimiento. ¿Es la creatividad? ¿es el dar un “giro de tuerca” más a lo ya muy conocido? Y quizás con esto en mente, el artista Tyree Callahan modificó una máquina de escribir Underwood, de 1937 y puso tinta de diferente color a cada tecla y así puede “crear” obras escribiendo con colores en papel.

La máquina de escribir cromática no tiene ningún uso práctico y además, las teclas deben rellenarse cada tanto con la pintura adecuada, lo cual hace de esta máquina algo ingrato de usar. Sin embargo, el concepto suena muy interesante.

En entrevista con el autor de la idea, indica que la idea de la máquina de escribir cromática ocurrió cuando un día en su estudio tenía problemas con una acuarela que pintaba. Callahan dice: “tenía una máquina Olivetti arrumbada y pensé en añadir texto a la acuarela que estaba haciendo. Puse la pintura en el carro y empecé a escribir lo que la inspiración me decía en ese momento. Entendí entonces que una máquina de escribir más antigua podría ser ideal para mi proyecto“.

Tyree dice que le llevó un par de meses hallar una máquina de escribir ideal. Su amigo, el artista Steven Cousen la halló en una tienda de antigüedades a una cuadra del estudio. Le llevó a Tyree unas 3 y media semanas para limpiarla, porque cuatro décadas de nicotina, de humo de cigarrillos sobre la máquina, estaban presentes.

La idea es en realidad puramente conceptual”, confiesa el autor y agrega: “cuando estaba aplicando pintura a las teclas, no resistí probarlo. Esto me llevó a un descubrimiento, que tiene que ver con las limitaciones de la máquina misma. Si hubiese alguna manera de re-aplicar la pintura a las teclas, se podría hacer un arte interesante y fantástico. La forma en que están diseñadas las máquinas de escribir antiguas dejan unos pequeños espacios entre las letras, y en el caso de esta máquina, deja espacios en blanco entre los dos bloques de tinta puestos. Esto, de alguna manera es como un ‘puntillismo de bloque‘”.

Un reto adicional se presentó, y fue qué colores deben llevar las teclas. Trazando la historia de las máquinas de escribir y del porqué las teclas están en qué lugares (teclado QWERTY), se tuvo que analizar qué colores eran los que debían ir en cada tecla. Así pues, el tema aquí era cómo distribuir los colores en un teclado QWERTY con cierta lógica. Los colores se eligieron de una paleta de colores HTML disponible en la red. El artista hizo otras modificaciones, por ejemplo, con la tecla de regreso, con la barra espaciadora, etc. Pero qué exactamente hizo lo mantiene en secreto.

Para el artista Callahan, no es muy factible crear arte usando esta máquina de manera práctica. Si la pintura pudiese ser aplicada de alguna otra manera quizás la idea tuviese algunas repercusiones en el arte. Estando las cosas como están, no se puede escribir más de un párrafo con esta máquna.

Otras personas, no necesariamente copiando la idea de Callahan, han creado máquinas de escribir para mezclar bebidas.

Fuentes:

GizMag , Sitio web del artista