El cómputo moderno, el cual nos es tan familiar, permite hacer un sinfín de tareas. En ocasiones hallamos que algunos programas, por ejemplo, hacen cosas que podrían ir más allá de lo tradicional, por ejemplo, el caso del software que sirve para eliminar mosquitos o bien el podernos programar para ser “mejores” a través de mensajes subliminales. Por ello quizás ya no asombra la siguiente aplicación: i-Doser.
I-Doser es un programa para reproducir sonidos, el cual salió a la luz pública en el 2007. Los contenidos de audio, que se comercializa de manera separada, han llamado la atención de algunos medios de comunicación debido a que supuestamente ayudaría a alcanzar sensaciones semejantes a las producidas por algunas drogas ilícitas, gracias al uso de pulsos binaurales.

Este tipo de pulsos o tonos, son como ruido del procesamiento auditivo (llamado artefactos), o sonidos aparentes percibidos en el cerebro cuando un oído escucha un sonido en una frecuencia que es muy cercana a la del otro oído. Este efecto fue descubierto en 1839 por Heinrich Wilhelm Dove.

Por ejemplo, si el oído izquierdo recibe sonidos con una frecuencia de 400 Hz y el oído derecho de 410 Hz, el pulso binaural resultante será de 10 Hz. Las frecuencias de los tonos deben ser menores a los 1,000 Hz y la diferencia de frecuencias debe ser menor a 30 Hz. Cuando estos dos tonos de frecuencias ligeramente diferentes son presentadas de forma separada, una en cada oído, utilizado auriculares con estéreo, el fenómeno resultante que produce el cerebro son pulsaciones de baja frecuencia en cuanto a amplitud y localización sonora del sonido percibido y un tono de batimiento es percibido, como si las dos frecuencias se mezclaran naturalmente fuera del cerebro.

Si esta idea funciona para producir estados alterados de la conciencia no está nada claro. De acuerdo con científicos como Steven Novella, neurólogo de la universidad de Yale, ha asegurado que no existe ninguna investigación que confirme que funcionen más allá del efecto placebo. Los investigadores de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón han manifestado su escepticismo sobre la base científica de I-Doser, citando un estudio científico con cuatro personas que demostraba que no existen pruebas que avalen la “sincronización de ondas cerebrales”. Otras universidades también han manifestado su escepticismo. Desde luego hay que tomarse estos estudios con sus correspondientes dudas, pues cuatro personas no es una muestra fíable.

Cabe decir que el reproductor I-Doser, que ha sido descargado de Internet más de un millón de veces. Está basado en la tecnología del generador de pulsos binaurales SBaGen que está protegido por la licencia GNU General Public License.

Funcione o no, el negocio claramente es la compra de más sonidos binaurales. Habrá que seguirle la pista a esta idea a ver si de verdad tiene alguna consecuencia en la ciencia o es otra farsa más.

Referencias:

i-doser