Un ataque convulsivo puede presentarse en cualquier momento y los niños son particularmente vulnerables a las lesiones y otras complicaciones. Es por eso que estudiantes de ingeniería de la Universidad de Rice han desarrollado un dispositivo llamado Smart Belt que es un cinturón capaz de detectar ataques convulsivos y enviar una señal de ayuda para una pronta atención.

La convulsión es un síntoma transitorio caracterizado por actividad neuronal en el cerebro que conlleva a hallazgos físicos peculiares como la contracción y distensión repetida y temblorosa de uno o varios músculos de forma brusca y generalmente violenta, así como de alteraciones del estado mental y trastornos psíquicos. Aproximadamente 4% de la población tendrá una convulsión no provocada antes de la edad de los 80 años y entre 30 y 40% de ellos tendrá un segundo episodio. Además de que los pacientes con epilepsia tienen un riesgo de muerte dos o tres veces mayor que la población general.

El cinturón cuenta dos electrodos de cloruro de plata, como los utilizados en los detectores de mentiras, colocados en el torso para monitorizar la conductancia de la piel y un sensor que registra las respiraciones del sujeto, dos signos que le permiten al dispositivo detectar un ataque convulsivo. Además el cinturón cuenta con módulo electrónico extraíble que transmite las señales a través de Bluetooth a una computadora o un teléfono inteligente con la finalidad de alertar y pedir ayuda.

Los niños o los adultos pueden usar el cinturón, pero los estudiantes lo diseñaron pensando en los niños. Ya que ellos quieren que los padres sean conscientes de cuando un niño está teniendo un ataque, especialmente durante la noche.

“Nuestra banda está dirigido a niños de 6 años en adelante. Funciona mejor durante la noche porque no hay un montón de otros estímulos”, dijo  Tiffany Varughese, desarrolladora y responsable de la investigación.

Un electroencefalograma es el estándar de cuidado para la detección de ataques, pero este es caro y no se puede utilizar 24/7. Es por eso que dirigimos la investigación para crear un dispositivo barato y cómodo que pueda ser usado durante todo el día debajo de la ropa del paciente y no sólo para controlar las crisis, si no también compilar un registro de ataques que podrían ser de utilidad para los médicos”, agrego.

Los estudiantes ven a su dispositivo como una manera de ayudar a muchos de los 2,3 millones de personas con epilepsia en los Estados Unidos. Ya que si bien no es capaz de evitar un ataque en curso, el aviso temprano podría traer grandes beneficios evitando muchas complicaciones principalmente en los niños.

 

Referencia: Universidad de Rice