El mundo de la Academia tiene sus propias reglas. Por muchos años, editoriales como Springer o Elsevier, han ganado cantidades enormes de dinero pues controlan las publicaciones donde los científicos muestran sus hallazgos e investigación. Pero en los últimos tiempos las cosas se han puesto complicadas para estas editoriales pues las universidades no quieren ya pagar esos excesivos costos a estas editoriales y están buscando alternativas en el esquema abierto.
Por ejemplo, la Universidad de California ha decidido no renovar contrato con una de estas editoriales y esto es muy delicado, pues esta universidad estadounidense hace casi el 10% de toda la investigación académica en los Estados Unidos.
Por otra parte, tenemos el caso de Sci-Hub, de Alexandra Elbakyan, quien ha puesto en un solo sitio un número de artículos científicos cada vez mayor, violando con ellos los derechos editoriales de Elsevier, Springer y Wiley, entre otras editoriales científicas. Y aunque ha perdido juicios en los Estados Unidos, Elbakyan ignora multas y amenazas externas pues ella se encuentra en Kazajistán, donde al menos no se le persigue por estas actividades.
Ahora la Corte más importante de París, ha ordenado a la mayoría de los proveedores de Internet franceses, que bloqueen el acceso a las bibliotecas piratas LibGen y Sci-Hub. La decisión pone presión sobre el concepto que estos sitios exponen para poner públicos tantos artículos científicos. Alexandra Elbakyan ha dicho además, que los investigadores determinados son lo suficientemente inteligentes para encontrar una ruta para entrar a su sitio, aunque sea bloqueado por Francia. Sci-Hub se considera el «Pirate Bay de la ciencia», pues se tiene libre acceso a millones de artículos de investigación que antes tenían que comprarse a las editoriales mencionadas. Sci-Hub provee acceso a artículos que de otra manera sería difícil de localizar y acceder a ellos.
Las editoriales académicas no están, desde luego, felices con estos servicios piratas. Ven el sitio como una amenaza a su negocio multimillonario y han tratado de cerrarlo de diversas maneras, apelando a las leyes de los diferentes países y demandado a los infractores.
Sci-Hub ha perdido las batallas legales en Estados Unidos, contra Elsevier y la American Chemical Society, pero el sitio pirata ignora todo lo que parece estar en su contra y de hecho, esto ha logrado conseguir más notoriedad pública. El problema es sencillo: hablamos de un negocio contra un criterio al mejor estilo «Robin Hood», el cual siempre tendrá simpatías.
Aparentemente lo único que podrán hacer las editoriales ofendidas será pedir que se bloqueen estos sitios. Esto ya pasó en Suecia, por ejemplo, e incluso en Rusia. Este mes Francia se une a la lista de bloqueadores y en este último caso se agrega el dominio LibGen (Library Genesis). En esta decisión la corte francesa estimó que los dos sitios «claramente parecen plataformas piratas, violando los principios de derecho de autor y brincándose las reglas de suscripción de los portales de acceso». Alexandra Elbakyan ha dicho que este bloqueo tendrá «algún efecto», pero que no es muy profundo. Quien tenga la determinación suficiente encontrará mecanismos alternativos para acceder al sitio.
La corte se ha enfocado a 57 nombres de dominio, incluyendo varios sitios espejo. Las editoriales científicas han pedido a la corte que sea más flexible en su lista de sitios bloqueados, los cuales podrían actualizarse con nuevos dominios. Pero esta petición fue rechazada. La única forma de expandir esta lista sería regresar a la corte.
Pero todo esto tiene su punto en contra de las propias editoriales. Aunque la fundadora de Sci-Hub, piensa que la nota puede ser positivas, porque «Sci-Hub» es ahora un «trending topic» en Francia, lo que hace que cada vez más personas sepan de la existencia del sitio.
