El suelo marciano también tiene movimientos telúricos. Esa es la primera conclusión de la sonda InSight, que se programó para investigar estos eventos en el planeta rojo. De hecho, InSight detectó un primer sismo con tres más a continuación. El conocer cómo tiembla en Marte podría llevar a entender muchas cosas sobre la física del suelo marciano pero además, a detectar qué tanta agua hay escondida bajo el suelo marciano.

La sonda InSight tocó suelo marciano en noviembre del 2018 y en diciembre se colocó un sismógrafo en la superficie, el cual buscaba monitorear los potenciales sismos marcianos. El 6 de abril el instrumento midió por primera vez un movimiento telúrico en el suelo marciano.

Los sismos en Marte podrían enseñarnos, eventualmente, a entender mejor el interior del planeta rojo, incluyendo cómo está definido el manto, el núcleo y la corteza, así como el grosor de cada capa. El sismógrafo es muy sensible y es de los mejores aparatos de construcción para estas tareas, que pueden medir el cambio en la tierra del grosor de un átomo.

El 6 de abril el sismo fue pequeño y esto no fue muy significativo para medir más sobre el interior de Marte. Sin embargo, la medida dio alguna información básica sobre cómo son los sismos marcianos comparados con los terrestres.

«La primera sorpresa es que los movimientos de tierra en Marte son muy parecidos a los sismos lunares», explicó el investigador Philippe Lognonné. «En la Tierra, la duración de la señal es de un par de minutos, en la Luna es alrededor de una hora y en Marte es cerca de diez minutos».

La razón de estos diferentes tiempos es que la Tierra está llena de agua, la cual absorbe el choque de la actividad sísmica mejor que cuando la tierra está seca. El primer sismo marciano se detectó en la sub-superficie poco profunda de Marte, que no tiene mucha agua, mucho menos que la Tierra, pero no tan seca como la Luna.

InSight detectó tres señales sísmica incluso más leves, en Marzo y Abril, tan débiles que el mejor de los sismógrafos en la Tierra no hubieran podido detectarlas. Una de esta señales parece que en realidad tuvo que ver más con el movimiento del los vientos cerca de la sonda, pero los otros dos movimientos bien pudieron deberse a sismos marcianos o a caídas de aerolitos en la superficie, indicó Lognonné.