La nueva generación de wearables ha puesto en boca de muchos los términos «saturación de oxígeno» o «nivel de oxígeno en la sangre». Pero: ¿sirve de algo monitorearlo? Te explicamos la razón y los casos en los que sirve medirlo.

¿Cuáles son los niveles adecuados?

El oxígeno que circula en la sangre es transportado en su mayoría por los glóbulos rojos, que se encargan de recolectar oxígeno en nuestros pulmones para llevarlo al resto de nuestro organismo.

Dicho nivel de oxígeno (SpO2) debe estar dentro de un rango de 95 y 99% para que las células funcionen correctamente, aunque existen casos en los que las personas viven normalmente con niveles ligeramente menores.

Si los niveles de oxígeno no son los adecuados para nuestro organismo, nuestro cuerpo reacciona con síntomas respiratorios anormales, dolores de cabeza y confusión o agitación.

Al presentar síntomas como los ya mencionados, es importante medir la saturación de oxígeno, así como el ritmo cardiaco y la presión, para informar al médico sobre algún cambio considerable en el cuerpo.

Llevar un registro de los niveles de oxigenación puede también ayudar al usuario a detectar anomalías que podrían estar relacionadas con apnea de sueño, problemas pulmonares o incluso COVID-19.

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La saturación de oxígeno y los entrenamientos

Crédito: Leon Martinez / Pexels

Algunos entrenadores han integrado la medición de niveles de oxígeno de los atletas como parte de su estrategia. La razón: conocer la saturación de oxígeno ayuda a comprender mejor los tiempos de recuperación.

Si un deportista esté estresado y no durmió bien después de una sesión pesada, es probable que su nivel de oxígeno esté bajo al día siguiente y que su próximo entrenamiento tenga resultados menores.

De conocer este parámetro antes de hacer ejercicio, el entrenador puede modificar las rutinas o incluso indicarle que junte dos días de descanso para recuperarse y así tener un mayor desempeño en la próxima sesión.

¿Cómo puedes medir tu nivel de oxígeno?

Existen distintos mecanismos para medirlo. Por ejemplo, está el oxímetro de pulso, un dispositivo que se coloca en algún dedo de la mano, del pie o en el lóbulo de la oreja.

Lo que hace este dispositivo es medir el nivel de absorción de luz de la sangre.

El aparato emite diferentes longitudes de onda de luz a través del cuerpo y se hace una “lectura” de estos rayos para calcular el porcentaje de su sangre que contiene oxígeno.

Otro mecanismo, como lo mencionamos anteriormente, son los sensores que incorporan algunos relojes inteligentes como los últimos modelos de Apple, Fitbit y Huawei, mismos que utilizan luz infrarroja para detectar el color de la sangre y así determinar el nivel de oxígeno.

Las mediciones entre los distintos wearables varían ligeramente y aunque sirven como un buen punto de partida para conocer mejor tu cuerpo, siempre es importante acudir a un médico o a equipos profesionales cuando hay un problema de salud.

El método más eficiente es sin duda la gasometría arterial, un estudio que se realiza con una muestra de sangre y que además de obtener el nivel de oxígeno, arroja el nivel de dióxido de carbono y PH para saber si los pulmones funcionan correctamente.

¿Qué puede causar bajos niveles de oxígeno en la sangre?

Se le llama hipoxemia cuando los niveles de oxígeno son más bajos que los normales. Esto puede ser causado por:

  • Falta de oxígeno en el aire
  • Incapacidad de los pulmones para inhalar y enviar oxígeno
  • Incapacidad del torrente sanguíneo para circular a los pulmones, recolectar oxígeno y transportarlo por todo el cuerpo
  • Enfermedades pulmonares
  • Enfermedades del corazón
  • Anemia
  • Medicamentos, como determinados narcóticos y anestésicos, que debilitan la respiración
  • Apnea del sueño (cuando la respiración se interrumpe durante el sueño)           

De presentar alguna de estas enfermedades, el médico indicará qué medidas deberán tomarse, generalmente incluye recibir oxígeno suplementario, que puede realizarse muchas veces desde casa usando oxigenoterapia.

También hay medidas de cuidado personal que pueden tomarse para mejorar los niveles de oxígeno como no fumar, comer saludablemente y tener actividad física constante.

Cabe destacar que no todos los niveles bajos de oxígeno en la sangre son dañinos y pueden ocurrir en personas sanas cuando están a una altitud elevada y pueden recuperarse.

Pero las personas con enfermedades pulmonares crónicas pueden tener estos niveles bajos debido a su enfermedad y pueden requerir de un monitoreo regular.