El hielo marino en la costa ártica pierde su grosor mucho más rápido de lo que creían los científicos, lo que lo hace más frágil y al romperse el proceso de derretimiento también se acelera.

Según un estudio publicado primero en el periódico especializado The Cryosphere realizado por científicos de la Universidad College London (UCL), el adelgazamiento del hielo marino podría ser hasta dos veces más rápido de lo que se pensaba anteriormente, según el documento publicado el 4 de junio por la misma universidad.

El hielo en lugares como los mares de Kara, Laptev y Chukchi, que bordean partes de Siberia y Alaska, al parecer reduce su espesor casi dos veces más rápido de lo que sugerían las estimaciones hechas previamente.

Según el nuevo estudio, la diferencia con la investigación anterior se debe a que no se había tomado en cuenta en su totalidad una variable fundamental en el Ártico, como la influencia del cambio climático en la nieve de la región.

“El espesor del hielo marino es un indicador sensible de la salud del Ártico”, explicó Robbie Mallett, científico de la UCL que dirigió el estudio. 

“Es importante porque el hielo más grueso actúa como una manta aislante, impidiendo que el océano caliente la atmósfera en invierno y protegiendo el océano de la luz del sol en verano. También es menos probable que el hielo más delgado sobreviva durante el deshielo del verano ártico», agregó. 

Los cálculos anteriores respecto del grosor del hielo marino se basan en un mapa de nieve, cuya última actualización fue hace 20 años. Debido a que el hielo marino ha comenzado a formarse cada vez más tarde en el año, la nieve en la parte superior tiene menos tiempo para acumularse. “Nuestros cálculos tienen en cuenta esta disminución de la profundidad de la nieve por primera vez y sugieren que el hielo marino se está adelgazando más rápido de lo que pensábamos», afirmó Mallett en el documento.

El estudio aclara que para medir el espesor del hielo marino en el ártico, los científicos deben enfrentar diversas incertidumbre. Sin embargo, estos nuevos cálculos pueden representar un gran paso para la interpretación más precisa de los datos satelitales con los que se cuentan.

“Esperamos que este trabajo se pueda utilizar para evaluar mejor el desempeño de los modelos climáticos que pronostican los efectos del cambio climático a largo plazo en el Ártico, una región que se está calentando a tres veces la tasa global y cuyos millones de kilómetros cuadrados de hielo son esenciales para mantener fresco el planeta», explicó Julienne Stroeve, científica de UCL y coautora del estudio.

El Ártico es el área que rodea al Polo Norte del planeta y para delimitar la zona se usan mediciones climáticas, como las isotermas de 10 grados celsius en julio —una isoterma es una línea en un plano cartográfico que conjunta un espacio que tiene una misma temperatura en una unidad de tiempo determinada—. De esta manera, el Ártico se distingue del Círculo Polar Ártico, delimitado por un paralelo uniforme. El Ártico abarca, además del Océano Ártico, zonas de varios países como Canadá, Estados Unidos, Finlandia, Islandia, Laponia, Noruega, Rusia y Suecia. 

La NASA publicó este video hace un par de meses sobre la menor cantidad de hielo ártico en los últimos años.