A finales de marzo Volkswagen comunicó que cambiaría su nombre para enfatizar que su nueva finalidad sería mover a todas las personas de un punto a otro con los vehículos eléctricos.

Fue una noticia que tomó a todos por sorpresa y que parecía digna de un April Fool’s. Sin embargo, marzo seguía corriendo y una broma de esa naturaleza no coincidía con las fechas; incluso la armadora insistió en que su nuevo nombre sería Voltswagen, en alusión al volt, la unidad de potencial eléctrico.

Medios de todo el mundo difundieron la noticia, pero resultó que, en efecto, solo era una broma adelantada de April Fools a la que sus mismos directivos se prestaron para jugar con prensa y público.

Pero para la Comisión de Seguridad e Intercambio de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) esto no fue un juego y ahora, de acuerdo con un reporte de Der Spiegel, ha iniciado una investigación contra la compañía para determinar si su acción tuvo repercusión en los mercados.

El reporte hace hincapié en que la investigación está en etapa inicial y que Volkswagen está cooperando, y también subraya que desde inicios de abril la SEC solicitó información a la filial estadounidense de la armadora, que fue la que comunicó que tendría lugar el cambio de nombre.

Otro aspecto referido es que Volkswagen explicó que el contexto de la broma fue el lanzamiento de su SUV eléctrico ID.4 al mercado estadounidense, y que lo único que logró es una decremento en la credibilidad de la compañía.

Hasta el momento no hay indicios de que la fallida broma / estrategia publicitaria haya disparado el valor de las acciones de Volkswagen, por lo que probablemente la SEC está investigando en atención a la difusión de información falsa y no solo en estricto apego a la probable violación de normatividades de bolsa.