Este 10 de enero México amaneció con la terrible noticia de que un niño de 12 años disparó al interior del Colegio Cervantes, ubicado en Torreón, Coahuila, después de ingresar a las instalaciones con dos armas de fuego escondidas en su mochila.

El saldo que se conoce hasta el momento es de dos víctimas mortales -una maestra y el menor agresor- y tres alumnos heridos de gravedad.

Dentro de los reportes recabados por las autoridades, trasciende que el atacante -quien se suicidó después de perpetrar el tiroteo- portaba una playera de Natural Selection, un videojuego que ahora se está señalando como influencia para que el menor desatara el ataque.

Natural Selection, lanzado en 2002, es una combinación de shooter en primera persona y estrategia en tiempo real, en donde los usuarios deben elegir bando entre extraterrestres y marines espaciales para embarcarse en duelos multijugador en línea.

En realidad se trató de una modificación de Half-Life que con el tiempo y por sí misma se hizo de una fanbase nutrida que aplaudió la manera en que transformó los componentes del juego original.

A esa primera entrega le siguió una secuela, Natural Selection 2, que llegó hasta 2012 y que continuó la misma lógica de marines vs aliens en una combinación de shooter en primera persona y estrategia en tiempo real. En este video puedes ver de qué va la propuesta:

Siempre que se presentan eventos desafortunados como el tiroteo de esta mañana, o como los que tienen lugar en territorio estadunidense de manera reiterada, los videojuegos son crucificados y vistos como responsables de brotes de violencia.

Desde la masacre de Columbine de 1999, pasando por la matanza de Noruega de 2011 y llegando hasta tiroteos recientes, como los de Nueva Zelanda y Texas de 2019, los videojuegos son linchados cuando se pierden vidas humanas bajo estas circunstancias, cuando lo cierto es que no hay pruebas que los vinculen con los actos de violencia.

Por el momento se investiga si el menor agresor de Torreón tenía alguna condición clínica mental, pero el problema general de la violencia atañe al tejido social. Culpar a los videojuegos es insistir en la figura del chivo expiatorio.