Por alguna razón que permanece oculta al público, Activision Blizzard no hace caso a las presiones de la industria del videojuego y de la comunidad gamer.

La compañía está inmersa en el escándalo luego de que el Departamento de Empleo Justo y Vivienda de California presentara denuncia en su contra por violación a los derechos civiles y de equidad en el pago, con motivo de acusaciones de discriminación y sexualización externadas por varias empleadas.

El escándalo recrudeció tras la publicación de un reportaje de The Wall Street Journal centrado en que el CEO de la compañía, Bobby Kotick, no solamente estuvo enterado de los casos de acoso sexual suscitados al interior de las oficinas, sino que también los encubrió.

Al respecto, PlayStation, Xbox y Nintendo han hecho públicas sus posturas y señalaron que evaluarán la relación con Activision Blizzard hasta que la compañía no ponga en marcha los cambios necesarios para mejorar el ambiente laboral.

Y a estas opiniones ahora se suma la de la Entertainment Software Association (ESA), la encargada de la convención anual E3, pues a través de GamesIndustry.biz señaló que el acoso, el abuso y el maltrato son inaceptables en un centro de trabajo y no deben tolerarse.

“La vitalidad de nuestra industria requiere que todos en sus espacios de trabajo -y nuestras comunidades- se sientan valorados y respetados. Como una asociación de la industria, la ESA conmina a las compañías miembro a crear diálogo y a ejecutar acciones para asegurar que estos principios se salvaguarden, señaló.

La ESA no se refirió expresamente a Activision Blizzard, pero sí hizo mención a que es necesario escuchar a la gente que alza la voz y dijo que todos los señalamientos deben ser reconocidos e investigados para que haya consecuencias.

Cabe recordar que más de 1,000 empleados de Activision Blizzard solicitaron la salida de Kotick como garantía de que al interior de la compañía se pondrán en marcha los cambios necesarios para mejorar el ambiente laboral.