Las consolas más recientes de Sony y Microsoft están a un par de meses de cumplir su primer año en el mercado y en este tiempo han tenido lugar sucesos interesantes, como el hecho de que PS5 se convirtió en el lanzamiento más exitoso en toda la historia de la familia PlayStation, a pesar del desabasto de componentes que azota al mundo tecnológico y de que nos encontramos en medio de una pandemia.

En este tiempo también hemos visto que los catálogos exclusivos no han sido precisamente amplios, aún cuando PS5 lleva la delantera en este apartado gracias a lanzamientos como el remake de Demon’s Souls, Returnal y Ratchet & Clank: Rift Apart.

Casi todos los juegos que han llegado en este período son cross-platform, es decir, están presentes tanto en las nuevas consolas como en las anteriores de cada marca.

Y es aquí donde entra en juego un punto en el que Sony y Microsoft tienen diferentes estrategias de negocios.

En el caso de Xbox, Microsoft puso en marcha Smart Delivery, un programa con el que es posible actualizar los juegos de Xbox One a sus versiones optimizadas de Xbox Series sin costo adicional alguno.

En el caso de PlayStation no hay un programa en forma y más bien cada caso es aislado y depende de lo que decida el desarrollador en turno. De esta manera, juegos de terceros como Star Wars Jedi: Fallen Order o DOOM Eternal cuentan con optimización gratuita a PS5, pero hay títulos de estudios de Sony que requieren el pago de una cantidad adicional para actualizarse a su versión de PS5, como ocurre con Ghost of Tsushima: Director’s Cut.

Para dar claridad a esta confusión, Jim Ryan, CEO de Sony Interactive Entertainment, dijo que Horizon Forbidden West será el último juego cuya versión de PS4 se podrá actualizar a la de PS5 sin costo adicional, pues en lo sucesivo toda optimización a la más reciente consola requerirá del pago de 10 dólares.

Es importante aclarar que este pago solo se hará con los futuros lanzamientos first-party publicados por Sony Interactive Entertainment que lleguen a PS4 y PS5, incluidos Gran Turismo 7 y el nuevo God of War.

Con la decisión de Sony, se podría afirmar que el usuario final tiene una ventaja del lado de Microsoft, pues la compañía no requiere cuotas adicionales para actualizar sus juegos a Xbox Series.

Sin embargo, por el momento Sony tiene las ventajas de las exclusivas y del volumen de venta de unidades PS5, lo que hace factible que haya usuarios dispuestos a pagar montos extra con tal de seguir consumiendo IPs de PlayStation en sus versiones mejoradas.