Hacer un videojuego no es barato, sea en el círculo comercial -donde se requiere inversiones millonarias de capital- o en el indie -donde muchas veces la comunidad apoya a través de campañas de crowdfunding.

El alto costo de producción de los juegos de PlayStation 5 es un tema que se abordó antes de que la consola llegara al mercado, cuando se supo que los usuarios finales pagarían por ellos más que lo pagan en PlayStation 4.

Personal de Take-Two Interactive declaró en ese momento que, aún con el incremento de precios, en realidad son montos que están alejados de lo que en realidad deberían costar los juegos para cubrir sus costos de producción y obtener ingresos, y ahora parece que los futuros títulos de PS5 podrían requerir sumas similares a las de los más grandes blockbusters de Hollywood.

Shawn Layden, quien se desempeñó como director de Sony Interactive Entertainment Worldwide Studios, predijo en entrevista con Bloomberg que los juegos de PS5 necesitarán inversiones de 200 millones de dólares y que una vez que se llegue a esa marca los costos de producción irán aumentando.

Algunos de los juegos que PlayStation lanzó mientras Layden estuvo en la compañía antes de su salida en 2019 incluyen God of War, Spider-Man, Horizon Zero Dawn y Uncharted 4, títulos que costaron alrededor de 100 millones de dólares cada uno para realizarse y el ex-ejecutivo acota que, para hacer frente a las futuras inversiones colosales en aumento, las compañías optarán por estrategias anti riesgos que a su vez se traducirán en una inclinación por el desarrollo de secuelas de franquicias AAA.

Las palabras de Layden podrían hacer referencia a la decisión de Sony de lanzar sus futuros lanzamientos en PlayStation 4 y no solo en PlayStation 5, pues si bien la compañía dijo que lo hacía para no descuidar a la comunidad que no puede dar el salto a PS5, en realidad podría ser parte de la estrategia anti riesgos.

Cabe recordar que actualmente un juego de lanzamiento AAA de PlayStation 5 cuesta 70 dólares, que son aproximadamente 1,395 pesos mexicanos al tipo de cambio actual, a los cuales todavía se les debe sumar el 16% de IVA que se paga en la región.

Y si hablamos de aumento de costos de producción, es probable que veamos ajustes en los precios cubiertos por el usuario.