Los usuarios de Nintendo Switch saben que el drift de los Joy-Con es un problema tan real, que incluso tiene a la Gran N enfrentando demandas interpuestas en su contra en distintos países.

Hasta la fecha Nintendo no ofrece una solución real al problema de drift, cuyos orígenes están en los materiales empleados en la fabricación de los Joy-Con, y solo se ha limitado a invitar a los afectados a iniciar procesos de reparación.

Ante un panorama en el que no hay solución oficial al drift, hay usuarios que sienten la necesidad de buscar métodos alternativos, como el que recientemente compartió el canal VK’s Channel.

El video está dividido en varias partes, incluida una explicación de los pormenores del drift de los Joy-Con y una solución casera que parte de la observación de que al presionar el controlador afectado el problema desaparece.

“Al parecer, incrementar la presión del Joy-Con provoca que el drift desaparezca. Si lo mantengo presionado no hay drift, pero tan pronto lo dejo de presionar el drift regresa. ¿Entonces cómo mantengo una presión constante para mantener a raya el drift?”, dice el usuario mientras muestra a cuadro estas observaciones.

En ese momento explica que la solución que encontró es meter un pedazo de papel o cartón de alrededor de 1 mm de grosor.

Su explicación es que, de los componentes internos de los mandos, hay unas piezas de metal que sostienen los sticks análogos, pero que el uso cotidiano y la acción de presionar hacen que con el tiempo queden flojas, lo que hace que se pierda contacto con los pads que registran lecturas precisas, dando por resultado un drift que a su vez empeora cuando hay acumulación de polvo en esa región.

“Por eso recomiendo insertar un pedazo de tarjeta de presentación o algo con el mismo grosor para que haya una presión adecuada con la que vuelva el contacto con los pads. Con esto, incluso si hay polvo, la presión en sí misma será suficiente para que ya no haya drift, dice el usuario después de explicar que lleva dos meses sin este problema. Mira el proceso:

Aquí en Unocero no recomendamos que abras y metas mano a tus consolas de videojuegos, pues además de que puedes anular la garantía, es probable que ya no te las reciban para reparaciones oficiales.