La industria del videojuego está llena de proyectos muy ambiciosos y exitosos, pero también de sueños que no se cumplen.

No todos los planes de las grandes compañías de videojuegos terminan concretándose.

Si bien existieron consolas que muchos compraron y que terminaron siendo un fracaso, hubo otras que ni siquiera vieron la luz.

Hoy hablamos sobre aquellas consolas que murieron antes de nacer.

Phantom

La consola Phantom prometió grandes cosas a los jugadores. Para empezar, el sistema había sido diseñado para utilizar un servicio de entrega de contenido de descarga directa en lugar de discos y cartuchos.

Fue en 2002 cuando Infinium Labs anunció el proyecto, prometiendo muchísimas cosas, pero con un uso excesivo de palabras sospechosas, así que, desde un inicio, la consola fue ridiculizada por los medios de comunicación.

En el E3 de 2004 fue vista por primera vez en funcionamiento en forma de prototipo; sin embargo, se trató de una promesa que jamás se cumplió. Nunca se logró vender; ni siquiera consiguió inversores.

Dentro de sus principales promesas, The Phantom ofrecería un servicio de juegos online descargables bajo pedido mediante suscripciones, pero no existían fotografías reales, ni detalles técnicos; sólo un simple render con muchas frases publicitarias.

La consola atravesó una serie de escándalos financieros, pero nunca logró ponerse a la venta.

Atari Cosmos

El nombre de Atari es prácticamente conocido por todo el mundo por ser de las compañías pioneras en el mundo de los videojuegos, pero no todos sus proyectos fueron exitosos.

En un inicio, este aparato fue diseñado para que luciera como una consola portátil, pero con apariencia de arcade. Además, uno de sus principales atractivos, probablemente, fue el hecho de que utilizara imagen holográfica.

El proyecto comenzaría en 1978 y Allan Alcorn, Harry Jenkins y Roger Hector, serían los encargados de darle vida. La idea fue muy innovadora para la época y Atari invirtió mucho dinero para conseguir los derechos de la tecnología holográfica para aplicarla en la Cosmos.

Todo parecía indicar que este aparato iba en serio; de hecho, las mentes creativas detrás armaron una muestra funcional para exhibirla. La consola soportaba a dos jugadores al mismo tiempo, pero la prensa especializada no se maravilló como el público en general.

Las principales críticas señalaron que no tenía utilidad un aparato con pantalla tan diminuta, además de que la mecánica de juego no cambiaba con relación a sus detractores y no había nada interesante con la holografía en videojuegos.

En ese sentido, la misma empresa decidió no darle luz verde al aparato, aunque sí se llegaron a producir unas cuantas unidades; una de ellas se encuentra en el museo de Atari y otra está en manos de un ex empleado, aunque se desconoce su identidad.

Panasonic M2

La idea de esta consola fue llevada a cabo, en primer lugar, por 3DO a finales de 1994, pero después fue vendida a Panasonic para que pudiera levantar el proyecto y llevarlo a un mejor camino.

La Panasonic M2 llegó tarde a la industria de consolas de 32 bits, pero aún así tenía todo para revolucionar el futuro de los videojuegos al ser casi el doble de potente que una PSX e incluso sus gráficos eran mucho mejores que los de Nintendo 64.

¿Qué fue lo que pasó? Una mala gestión y poco apoyo de desarrolladores. Así, el año 1997 siempre será recordado por su cancelación. Si bien Panasonic intentó agilizar su lanzamiento, la consola sólo iba a sobrevivir de un único videojuego en sus primeros meses de vida.

Lamentablemente, Panasonic M2 nunca logró continuar con su trayectoria, pero sí se distribuyeron 10 unidades que actualmente pueden conseguirse en Internet aunque a precios excesivos.

Sega Neptune

Sega Neptune integraría la consola Sega Genesis con el add-on Sega 32X; es decir, combinaría el funcionamiento de ampos productos, pero nunca fue lanzada al público.

Sega reconoció lo problemático que resulto el 32X, así que decidió hacer una versión combinada con el Genesis pensando que se trataría de una mejor idea.

Sin embargo, cuando salió un prototipo, la Sega Saturn estaba lista para su lanzamiento. Ante ello, Sega sintió que los jugadores podrían no estar muy interesados en la Neptune, así que el proyecto fue descartado. Los planes para el sistema supuestamente incluían la capacidad de reproducir títulos de Sega-CD.

Si la consola Neptune hubiera sido lanzada, habría estado disponible a finales de 1995.

No se sabe cuántos prototipos de Neptune se hicieron, pero hay uno fácilmente identificado que forma parte del Museo de Historia de los Videojuegos.

Sin embargo, se piensa que esta versión no tiene componentes electrónicos; únicamente una combinación de madera y plástico para dar la impresión de un sistema casi definitivo.